Al menos 24 soldados israelíes han muerto este lunes tras el derrumbe de dos edificios con explosivos en el centro de la Franja de Gaza, lo que constituye el suceso con mayor número de bajas para las tropas israelíes desde que se intensificaran sus ataques a Palestina el pasado 27 de octubre.

"Por lo que sabemos, alrededor de las cuatro de la tarde los terroristas dispararon un RPG contra un tanque que protegía a las fuerzas y al mismo tiempo se produjo una explosión en dos edificios de dos pisos", anunció este martes el portavoz del Ejército, Daniel Hagari.

El portavoz militar ha confirmado a los medios hebreos que el Ejército israelí investiga las causas del accidente, que apuntan a que la explosión fue producida por las minas colocadas por los propios israelíes. 

El incidente se produjo el centro de la Franja, cerca de la comunidad fronteriza de Kissufim, donde el Ejército anunció que las tropas estaban destruyendo estructuras de Hamás, a fin de crear un perímetro de seguridad que "permitiera a los residentes de las comunidades fronterizas israelíes regresar a sus hogares".

El presidente israelí, Isaac Herzog, ha enviado este martes un mensaje con sus condolencias en la red X por la muerte de los combatientes, en el que dijo que "cada vez más nombres de nuestros mejores hijos se añaden a las lápidas de los héroes".

"Las intensas batallas tienen lugar en un espacio extremadamente desafiante, y enviamos fuerza a los soldados y las fuerzas de seguridad, que están trabajando con infinita determinación para lograr los objetivos de los combates", indicó.

Por su parte, el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, aseguró que "nuestros corazones están con las queridas familias en estos momentos más difíciles", pero en un mensaje belicista en la red social X instó a continuar la guerra.

"Esta es una guerra que determinará el futuro de Israel durante las próximas décadas: la caída de los soldados nos obliga a alcanzar los objetivos de la lucha", añadió Gallant.

El número total de bajas en las filas israelíes asciende a 219 con los fallecidos de este lunes, a lo que hay que sumar unos 330 contando los soldados muertos durante el ataque de Hamás el 7 de octubre en suelo israelí.