Tras semanas de permanecer en el ostracismo, Iñaki Gutiérrez reapareció en la escena virtual. Es que el ¿todavía? encargado de las redes sociales de Javier Milei había optado por el silencio tras un par de pasos en falso en la comunicación presidencial, lo que le valió a él y a su pareja, Eugenia Rolón, un corrimiento en el organigrama del Ejecutivo. Y lo hizo en una aparición que lo marca de cuerpo entero: en medio de la conmoción por el crimen de Umma, el joven community manager intentó cargar contra el gobernador bonaerense Axel Kicillof.
"Otro asesinato a sangre fría en la Provincia de Buenos Aires, gobernada por el inútil de Kicillof. Umma, una nena de 9 años fue asesinada de un tiro en la cabeza", escribió Iñaki en X (ex Twitter). Un posteo en el que ni siquiera se incluye las condolencias para la familia de la víctima.
Y no solo eso, sino que aprovechó para insistir con el discurso de "mano dura", promovido por la ultraderecha, y dejó una advertencia contra los responsables del crimen: "Se les terminó la joda a estas lacras que nos quieren con miedo. El que las hace las paga", sentenció.
Tras el pronunciamiento no fueron pocos usuarios lo que intentaron consultar sobre su alejamiento de la comunicación presidencial. Es que para año nuevo, Gutierrez y Rolón usaron la cuenta de X de la Casa Rosada para compartir una foto de ambos. Y, por lo que se sospecha, tras ese posteo, la orden fue liberarlos de las redes oficiales y encargarse solo del Tik Tok de Javier Milei.
Este no fue el primer "descuido" del influencer, que ya venía sumando traspiés, como cuando por ejemplo publicó un video donde mostró el estado en el que dejó la Casa Rosada la gestión saliente e insinuaba la existencia de “escombros” en su interior, que en realidad eran las piedras del “homenaje a los muertos por Covid-19” de los familiares de los fallecidos, que el Gobierno había ordenado trasladar a uno de los patios internos en 2021.