Mientras en la Cámara de Diputados el oficialismo pugnaba a lo pirro anoche por asegurar emitir dictamen y asegurar así la sanción de la ley ómnibus, y en medio de varias versiones con matices de luz verde y de rechazo, casi todos los legisladores nacionales por Santa Fe ya se mostraban en línea con la advertencia del gobernador Maximiliano Pullaro, de pedir el voto en contra al proyecto del Ejecutivo si persiste –como lo sostiene hasta ahora– en aumentar retenciones no solo al complejo agroexportador sino también agregarle impuestos a la industria.
Pullaro, y una corte de funcionarios, mantuvieron ayer en Buenos Aires un encuentro con diputados en el que plantearon su posición renuente a bancar la avanzada del gobierno nacional.
Sin contar los tres libertarios –Romina Diez, Nicolás Mayoraz y Rocío Bonacci–, más algunos del PRO muy obedientes de Patricia Bullrich, el resto de los 19 diputados santafesinos ya tienen decidido votar en contra el capítulo de retenciones y otros más, según cada caso.
Gabriel Chumpitaz se mostró desencantado por la forma en la que el Ejecutivo presentó un proyecto tan extenso y diverso. "Una ensalada de 600 temas sin profundizar", despreció el legislador del macrismo. Acorde con su ideario liberal, se pronunció por "no acompañar ninguna suba de impuestos ni retenciones, y apoyar al que produce, genera riqueza y empleo. Santa Fe aporta mucho y recibe poco", dijo.
Por lo tanto, la bancada PRO votará a favor en general, y luego irá objetando y aprobando artículo por artículo. "Retenciones en contra, seguro, luego las privatizaciones yo al menos quiero discutir una por una, no son todas lo mismo", advirtió ayer por Sí 98.9.
Chumpitaz, como su compañera de bloque Verónica Razzini, los radicales Mario Barletta y Melina Giorgi, más los socialistas Mónica Fein y Esteban Paulón, y los 6 de Unión por la Patria, obvio, votarán en contra.
En la misma línea se pronunció José Núñez, bien cercano a Bullrich. "Hay puntos que no vamos a negociar. Podemos perder la votación, pero yo no voy a avalar ninguna suba de impuestos", avisó en declaraciones al portal Letra P.
El peronista Roberto Mirabella anticipó desde el vamos su voto acorde a la advertencia de Pullaro, pero no por obediencia partidaria sino por convicción. "Lo primero es defender a Santa Fe. Veremos los 10 del gobernador qué hacen. Es raro porque están con (Ángel) Pichetto, unos socialistas, otros radicales", chicaneó.
El rafaelino definió el proyecto del Ejecutivo como "un mamotreto desopilante", y marcó las contradicciones que lo hacen darse de bruces contra provincias como Santa Fe y Córdoba. "Cómo puede ser que si fabricás sembradoras y pudiste exportar a Kazajistán, te pongan un impuesto del 15%. Es raro lo de Milei porque recuerdo que se cortaría un brazo antes de poner un impuesto, había dicho", apuntó. En esa línea, afirmó: "Yo no votaré en contra de la provincia, de quienes producen y exportan. Tampoco estoy de acuerdo con que tengamos que maltratar a jubilados y pensionados y congelarle el ingreso. Hay medio millón de jubilados en Santa Fe", advirtió.
Por otra parte, Mirabella calificó de "un apriete deleznable" la amenaza de Milei a los gobernadores sobre revisar las partidas de dinero a provincias en caso de que manden a rechazar la ley. "Ya el Banco Central sacó una resolución para que desde el 31 de enero no extenderá la posibilidad de que las provincias tomen deuda para pagar sueldos. El gobierno no tiene vocación de debatir, si no no hubiera mandado un proyecto de 600 artículos mezclando un montón de temas", fustigó.
Mirabella denotó el aislamiento político del justicialismo en esta etapa. "Nadie del gobierno dialoga con nosotros, no nos informan nada. Iremos con un dictamen de rechazo", anticipó.
Dentro del frente Unidos, y como parte del bloque Hacemos Coalición Federal, el socialismo también irá con dictamen propio, votando en contra en la general, y distinguiendo capítulos en lo particular. "Hay aspectos que no podemos acompañar como retenciones, meterle la mano en el bolsillo a las provincias, empobrecer más todavía a los jubilados, desfinanciar el sistema previsional al rematar el Fondo de Garantía de Sustentabilidad, y las delegaciones parlamentarias al Ejecutivo. Imposible", marcó Esteban Paulón.
Lo que sí accederían a acompañar es el capítulo corregido para un nuevo régimen de biocombustibles que Pullaro y Gisela Scaglia les presentaron ayer. "Pero el dictamen que sacará el oficialismo incluye las retenciones; entonces no. Tampoco asuntos de educación, de cultura, mucho menos las privatizaciones, que por principio jamás votaremos", dijo.
Paulón miró de soslayo aspectos particulares como las correcciones del gobierno en materia de cultura: "Zafaron todos los institutos, menos el de Teatro; raro porque el secretario viene de ese palo. Parece más una vendetta personal. No es serio", dijo en alusión al productor teatral Leonardo Cifelli.
"Acá lo que único que le importa al gobierno es el capítulo de los negocios y es lo que va a obtener, lamentablemente. Los gobernadores presionan porque deben pagar los sueldos, y Nación a su vez los apretó muy fuerte", develó.