A 27 años de su asesinato, familiares y colegas de José Luis Cabezas realizaron diversos  homenajes en su memoria. El primero tuvo lugar en horas de la mañana en en el monolito colocado frente a la terminal de ómnibus de Pinamar.

La Asociación de Reporteros Gráficos de la República Argentina (Argra), realizó un acto del que participaron sus colegas. También el Sindicato de Prensa Bonaerense (Siprebo) convocó a la comunidad en la plaza San Martín de la ciudad de La Plata. Mientras que sus familiares y allegados se reunieron en la cava de General Madariaga, a la altura del kilómetro 385 de la ruta provincial 11, donde fue hallado su cuerpo.

"Como hace 27 años vamos a plantar un árbol", en su memoria, contó la hermana del fotógrafo, Gladys Cabezas, quien agregó que,  como todos los años, "van a estar los colegas, los amigos y los familiares". Sobre su hermano, dijo que era "un tipo bueno" que "podía hacer todo bien". Y agregó: "Ya sabemos las diferencias entre lo bueno y lo malo, cuando vos sos bueno, podés hacer todo bien y él hacía todo bien, no merecía estar muerto, pero bueno, pasó".

La mujer dijo que es necesario terminar con las condenas 'exprés'" y reflexionó: "Tenemos que recordarlo y creo que es el momento justo para pedir a la Justicia, que por favor empiecen a trabajar". Por último, Gladys pidió que no "haya más José Luis Cabezas".

Cabezas, quien se desempeñaba como fotorreportero en la editorial Perfil y murió a manos de una banda que tenía vínculos con el empresario postal Alfredo Yabrán, había logrado la foto imposible el verano de 1996: La imagen del empresario en traje de baño caminando por la arena ilustró la tapa de la revista Noticias. Si bien su nombre era conocido y tenía un vínculo cercado al entonces presidente, Carlos Menem, su rostro era un misterio. "Sacarme una foto a mí es como pegarme un tiro en la frente. Ni los servicios de inteligencia tienen una foto mía", era la frase atribuida por esos años a Yabrán.

El 25 de enero de 1997 el fotoperiodista fue hallado muerto dentro de un auto incendiado en la ciudad de Pinamar. Tenía las manos atadas y dos balazos en la cabeza.
El primer juicio por el asesinato tuvo lugar en enero de 2000 en los tribunales de Dolores y como resultado se dictaron las condenas a prisión perpetua del policía Gustavo Prellezo, del custodio de Yabrán, Gustavo Ríos, de los policías Aníbal Luna y Sergio Camaratta y de los integrantes de la banda "Los Horneros" Horacio Anselmo Braga, Sergio Gustavo González, Miguel Retana y José Luis Auge.

Sin embargo, en septiembre de 2003, el Tribunal de Casación de la provincia de Buenos Aires redujo las penas impuestas tras implementar la denominada la ley del "2x1", vigente por entonces, que computaba cada año de prisión previo a la sentencia y así podía reducir a la mitad la duración de las condenas. De esta manera, la banda de "los horneros", con excepción de Retana que murió en la cárcel, fue beneficiada con reducciones de penas. 

En 2007, Braga y Auge volvieron a ser detenidos por orden de la Justicia tras violar la prisión domiciliaria aunque, tiempo después, fueron nuevamente excarcelados.

En un segundo juicio por el caso que fue realizado en 2002, el comisario de Pinamar Alberto "La Liebre" Gómez fue condenado a reclusión perpetua como responsable de haber liberado la zona en la que tuvo lugar el crimen del reportero gráfico.