Desde Rosario
Dos ataques estremecieron anteanoche a los clientes de un bar y a una familia de la zona norte rosarina. Los ocupantes de una moto llegaron al local de Rondeau al 3900, uno de los agresores se bajó, dejó una nota sobre una mesa y al alejarse gatilló, pero las balas no salieron. El escrito contenía un reclamo de tipo penitenciario. El hecho quedó filmado por las cámaras de seguridad del local. A ocho cuadras de allí, un vecino aseguró que los mismos agresores pasaron primero por la calle Arribeños al 1100, donde le tiraron a un auto estacionado al que le cambiaban un neumático, y que cuando le apuntaron a él, el arma se trabó. Ayer, el gobernador Maximiliano Pullaro volvió a ratificar la lucha contra el delito organizado. “Vamos desestructurar las bandas criminales que generan violencia en nuestros barrios” , dijo en el acto lanzamiento del programa Intervención Barrial Focalizada, en la ciudad de Santa Fe. Más tarde, en diálogo con la prensa, agregó: “Quiero dejar un mensaje claro a quienes creen que desde la cárcel nos van a amenazar, cada día la van a pasar peor".
La secuencia de los dos hechos cometidos el miércoles por la noche tomó forma ayer por la mañana. Primero, desde el bar donde había personas sentadas en la vereda, el dueño relató: "Una de las personas a las que intentaron balear era mi papá --que estaba en una de las mesas--. Según me dijeron, gatilló como 10 veces", relató Alejandro en LT8. En esa mesa, el atacante dejó una nota que reclamaba cuestiones vinculadas a medidas de control penitenciario. "No sé por qué atacaron acá, debe ser porque somos el primer bar en el ingreso a Rosario. No tenemos nada que ver y hoy decidimos abrir y seguir adelante", agregó.
Previo a ese ataque al bar Rondo, un hombre que estaba cambiando un neumático en calle Arribeños al 1100 señaló que los mismos agresores balearon el vehículo estacionado, mientras él y su familia estaban en la vereda. "Estábamos cambiando una rueda y se acercaron dos personas en moto, uno idéntico al del video del bar Rondo, con la misma campera. Dispararon dos veces contra el auto y el tercero que me apuntaba a mí se le trabó el arma", dijo Sergio en LT8. "No dormimos en toda la noche, uno de mis hijos estuvo con vómitos por los nervios y el otro no quiere salir", lamentó.
Frente a lo ocurrido y a las amenazas que viene recibiendo, el gobernador sostuvo: “Nosotros fuimos contra todos, contra todas las organizaciones criminales, que estuvieron de fiesta cuatro años con el Servicio Penitenciario, con Wi Fi y comida por delivery. Estos tipos están recalientes con el gobierno, pero esto es una política pública que se diseñó con el Poder Legislativo y el Poder Judicial”.