Como estrategia defensiva frente a los aumentos de precios, un mayor número de consumidores se está volcando a los supermercados mayoristas en detrimento de las cadenas minoristas. Así lo reveló el Indec con datos a noviembre, aunque la tendencia se profundizó en diciembre y enero, según reportes privados.
Las ventas de supermercados bajaron 1,7 por ciento a valores constantes (en cantidades) respecto a igual mes de 2022, en tanto que en los mayoristas treparon 6,5 por ciento en igual período. En el balance de once meses de 2023 se registra la misma evolución. En el primer caso hubo una caída de 1,8 por ciento contra el mismo lapso de 2022, mientras que en los mayoristas se registró un alza del 6,6. por ciento.
La mayoría de las cadenas mayoristas permiten la compra de productos por unidad, a precios que son levemente superiores a cuando se compra por cantidad, pero de todos modos resultas inferiores a los de los supermercados. Las diferencias oscilan entre 15 y 30 por ciento en la mayoría de los productos.
De todos modos, la Cámara Argentina de Comercio advirtió que desde la devaluación de mediados de diciembre, en el gobierno de Javier Milei, se aprecia un deterioro generalizado del consumo masivo.
“La pérdida de dinamismo vista en los últimos meses continuó profundizándose”, advirtió la entidad, que aún así se manifiesta a favor de las políticas que está implementando el Gobierno. En diciembre, antes de la asunción de Milei, hubo un repunte momentaneo que la CAC atribuyó a las expectativas de devaluación, que luego se concretaron.
“Con una inflación en niveles altos y acelerándose, y una consecuente pérdida de poder adquisitivo, el aumento del consumo en diciembre en términos interanuales se explica por un adelanto en las decisiones de consumo. La percepción de una muy probable disminución del poder de compra de los ahorros en el futuro debido al incremento de precios llevó a que los consumidores decidieran gastar su dinero en el presente -que es donde más vale en este escenario- y no en el futuro”, señalaron.
“La expectativa de una fuerte devaluación previa al cambio de gobierno produjo un fuerte stockeo en los consumidores, con el temor de una pérdida de poder adquisitivo posterior”, resaltaron desde la CAC.
En cuanto a los supermercados, el informe del Indec dio cuenta de que en noviembre las ventas a precios corrientes ascendieron a 735.653.164 miles de pesos, lo que representó el 96,3 por ciento de las ventas totales y mostró un aumento del 169,5 por ciento respecto a noviembre de 2022. Por su parte, las ventas a precios corrientes por el canal online sumaron 28.618.728 miles de pesos, lo que representa el 3,7% de las ventas totales.