¿Ya se cumplen 27 años de su muerte? Sí, son casi tres décadas sin la presencia de Osvaldo Soriano en este mundo de artistas, locos y criminales. Este 29 de enero, el ejercicio de la memoria se pondrá en marcha para recordar a uno de los escritores más exitosos que tuvo este país, hincha fanático de San Lorenzo y del fútbol. El homenaje, como sucede desde 2007, se hará el próximo lunes en el cementerio de Chacarita, el lugar donde descansan sus restos.
Adolfo Res, a cargo del departamento de cultura de San Lorenzo, ideólogo del proyecto de la vuelta a Boedo y uno de los conductores del programa radial San Lorenzo ayer, hoy y siempre, cuenta algunos detalles a Página/12 de esta nueva ceremonia que se llevará a cabo frente a la tumba de Soriano. “Es una especie de tertulia de una hora, donde se reviven anécdotas y un cafetero ambulante nos provee de café –dice–Llevamos flores azules y rojas, y a veces pintamos las letras de su tumba porque si no, no se sabe quién está”.
También recuerda que todo esto nació a partir de un acto que organizó Jorge Telerman en 2007, durante su gestión como Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. “Me acuerdo que hubo muchos amigos de Soriano. Fuimos 50 personas, la mayoría hinchas de San Lorenzo. Y después seguimos yendo todos los años siguientes”.
Evocar a Soriano es revivir la figura de un contador serial de historias, mitad verdaderas, mitad ficticias. Es traer de nuevo a ese centrofóbal que dijo haber hecho un montón de goles dentro de su literatura. Marplatense de nacimiento, trotamundos por excelencia. Cronista de la derrota y la melancolía. Amante de Raymond Chandler y devoto de los goles de José Sanfilippo y el Beto Acosta.
“En lo personal, pertenece a uno de mis escritores predilectos. Por sobre todas las cosas porque siempre he valorado a los que me enseñaron a pensar. Cuando era adolescente, mi viejo me puso en la mano libros de Arturo Jaureche, Scalabrini Ortiz y Hernández Arregui. Con esa gente aprendí a pensar, después cada uno puede tener una ideología o no. Con Soriano me pasó eso mismo con el agregado de que era fanático de San Lorenzo”, dice Res, ataviado con una remera azul que tiene el escudo de la entidad azulgrana en el lado izquierdo y del lado derecho una inscripción que dice: Boedo, Argentina.
“Ser de San Lorenzo es un interminable sobresalto, una carga que se arrastra en la vida con tanto desconcierto y orgullo como la de ser argentino”, es una de las recordadas frases de Soriano sobre su pasión por el Ciclón. La sencillez para describir el síntoma de las cosas lo consagraron a una voz única de la literatura, donde sus obsesiones por el fútbol, el cine y la política dejaron un tendal de personajes coloridos. Fue menospreciado por la mirada académica argentina y admirado por la crítica internacional. Traducido a más de veinte idiomas, ganó fanáticos en los lugares más inhóspitos.
“A veces recibimos algún correo electrónico de la mujer, Catherine Brucher, en el que agradece que lo mantengamos en la memoria”, dice Res y señala los motivos que lo llevaron a sostener este evento durante tanto tiempo. “Soriano es un emblema. Es una representación clara del hincha de San Lorenzo. Si bien a él le tocó vivir una etapa buena del club, también le tocó la mala. Y ahí están las reflexiones que tienen frases que tomamos como propias. El sufrimiento del descenso o la pérdida del estadio, cosas que grafica muy bien”.
El marcado retorno
En lo que respecta al regreso del estadio de San Lorenzo a su lugar original, Res aprovecha y describe su proyecto de regreso a Boedo como “una causa de vida”.
“Estamos hablando de 25 años detrás del asunto. Las causas no se hacen en los momentos libres. No vamos a comparar la gesta del Che Guevara, pero él no decía me sobra un rato, me voy a hacer la revolución. En nuestro pequeño mundo no dejamos ni un minuto de soñar y pelear por lo que queríamos”, dice.
- ¿En qué quedó la situación?
- Estuve ocho años y medio exiliado durante la gestión de (Marcelo) Tinelli – (Matías) Lammens. Nosotros fuimos los iniciadores de todo esto, los que estuvimos dentro de la legislatura y golpeamos puertas de despachos, pero cuando San Lorenzo ganó la Libertadores, ellos (Tinelli y Lammens) nos corrieron de la negociación con la empresa, con Carrefour. Me sacaron a mí y al grupo que estaba conmigo, la vieja Subcomisión del hincha y negociaron a espaldas de la gente, por eso todavía no está el estadio construido. Ahora acompañé la lista de Marcelo Moretti sin querer cargos. Me ofreció la vicepresidencia y le dije que no. Solo pedí dos cosas: manejar la vuelta a Avenida La Plata, donde tenemos que hacer el estadio, y la parte de cultura del club.
Antes de cerrar la charla y “salir rajando para la radio” a hacer su programa, el cual lleva en el aire más de 20 años ininterrumpidos, pide decir una cosa más. “Estoy convencido que de que si Osvaldo Soriano hubiera estado vivo, sería otro de los luchadores por la vuelta del Gasometro a Avenida La Plata”.