Kate Middleton, la princesa de Gales, regresó a su casa tras una operación abdominal, según lo informado este lunes por el palacio de Kensington en un comunicado. El texto añadió que la salud de Kate estaba haciendo "buenos progresos".
Kate, de 42 años y esposa del heredero al trono británico, el príncipe William, pasó dos semanas internada en el hospital The London Clinic, tras ser operada de una dolencia no especificada, pero no cancerosa.
La naturaleza exacta de la cirugía tampoco fue revelada, pero los medios locales aseguran que fue "lo suficientemente grave" como para que la princesa haya necesitado una cantidad significativa de tiempo de internación, además de varios meses de recuperación. Para la intervención, Middleton ingresó y salió del hospital sin ser vista por la prensa.
En este sentido, el palacio de Kensington precisó de que Kate ya se encuentra en su casa de Windsor. "Ella está haciendo buenos progresos", detallaron en el comunicado.
"El príncipe y la princesa desean expresar un enorme agradecimiento a todo el equipo de London Clinic, especialmente al dedicado personal de enfermería, por los cuidados que le han proporcionado", remarcaron.
Tras su intervención, la princesa anuló todos sus compromisos oficiales durante varias semanas, hasta el final de las fiestas de Pascua del próximo 31 de marzo. La última vez que tuvo una actividad en público fue para las celebraciones de Navidad.
El rey Carlos también fue dado de alta
Por su lado, el rey Carlos III también dejó este lunes el hospital en el que estaba internado tras la operación de próstata a la que se sometió el viernes.
El monarca de 75 años, vestido con traje y abrigo negros, saludó a la multitud que lo esperaba cuando salía de The London Clinic, acompañado de su esposa Camila.
"El rey fue dado de alta esta tarde en el hospital tras el tratamiento médico previsto y ha reprogramado sus próximos compromisos públicos para permitir un período de recuperación", informó el Palacio de Buckingham en un comunicado.
Carlos III fue operado el viernes de una hipertrofia "benigna" de la próstata y los medios británicos habían señalado ese día que el monarca "estaba bien"."Su Majestad da las gracias al equipo médico y a todos los que le ayudaron durante su estancia en el hospital, así como a todos los amables mensajes que ha recibido en los últimos días", concluyó el texto oficial.
Las precisiones sobre la dolencia "benigna" del rey se hicieron públicas para animar a los ciudadanos varones a hacerse pruebas, puesto que la monarquía no suele dar muchos detalles de su salud.