El alcalde de Monterrey, Luis Donaldo Colosio Riojas, le pidió al presidente Andrés Manuel López Obrador indultar a Mario Aburto, homicida confeso del excandidato del PRI a la Presidencia Luis Donaldo Colosio Murrieta, en marzo de 1994. El jefe comunal señaló que el caso fue "muy manoseado", por lo cual pide que se le dé "carpetazo final".

"Este asunto ha estado ya muy manoseado y no es justo para la gente, incluida la familia, que estén dando, no quiero decir falsas esperanzas, pero que estén reciclando el tema con tal de sacar una raja (ventaja) política", añadió.

"Apelando a la compasión del Presidente yo digo que mejor indulte a Mario Aburto, que lo indulte, que dé un carpetazo final, que permite que tanto mi familia como México sanemos", dijo.

La iniciativa del alcalde de Monterrey se conoce en momentos en que la Fiscalía General de la República (FGR) intenta revivir el caso con el argumento de que existió un crimen de Estado desde el Gobierno de Carlos Salinas de Gortari (1988-1994) que involucró a agentes del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen).

La respuesta de López Obrador

El presidente mexicano le contestó al alcalde de Monterrey y afirmó que no puede indultar a nadie en el caso porque se trata de un crimen de Estado. AMLO dijo que se identificó a un segundo tirador en el crimen de Colosio: un exintegrante del Cisen que fue dejado en libertad para enfocar las acusaciones en Mario Aburto.

“Se trata de un crimen que, de acuerdo a la Fiscalía, tiene alguna relación con una institución del Estado”, planteó López Obrador y dijo que no tiene “ninguna intención de utilizar en caso con propósitos políticos”. "Es importante que no haya impunidad", completó.

El mandatario mexicano también recordó durante su rueda de prensa que compartió una cena con Donosio en Tijuana el 21 de marzo, apenas dos días antes de su asesinato.

El magnicidio de Colosio

El 23 de marzo de 1994 Aburto Martínez fue detenido en Lomas Taurinas, Tijuana, acusado de matar ese mismo día con una pistola calibre 38 a Colosio Murrieta, quien recibió dos disparos mientras caminaba entre la multitud luego de dirigir un acto como parte de su campaña presidencial.

Aburto fue recluido en el Centro Federal de Readaptación Social Número 1, en el municipio de Almoloya de Juárez, en el Estado de México. Luego fue llevado al Penal de Puente Grande, en Jalisco, y después al Centro Federal de Readaptación Social (Cefereso) número 6, en el municipio de Huimanguillo, Tabasco.

Actualmente, el asesino confeso de Colosio Murrieta se encuentra preso en el Centro Federal de Readaptación Social número 12, en Ocampo, Guanajuato. Mario Aburto obtuvo un amparo por parte de un Tribunal Colegiado, el cual le permitiría salir en libertad este año.

El asesinato de Colosio se considera el magnicidio más grave en México desde 1928, cuando asesinaron el presidente electo Álvaro Obregón (presidente entre 1920 y 1924).

El caso volvió a ser tema de tratamiento público en octubre pasado,
cuando un tribunal del Estado de México canceló la sentencia de 45 años impuesta a Aburto porque lo juzgaron en base al Código Penal Federal y no con el ordenamiento legal de Baja California, estado del noroeste del país donde aconteció el magnicidio.