Este miércoles se espera el inicio de una sesión maratónica en la Cámara de Diputados, podrían ser dos días de debate en el recinto sobre el proyecto de Ley Ómnibus, modificado ya dos veces por el gobierno. Los trabajadores de la Cámara baja enfrentarán esas jornadas de arduo trabajo con una demora en el pago de sus salarios, que hace años cobran el último día hábil del mes. El retraso se debe a la disposición tomada por el Banco Central, a cargo de Santiago Bausilli, que impide financiar de manera anticipada a los organismos estatales. 

"Los haberes correspondientes al mes de enero se acreditarán a partir del segundo o tercer día hábil de febrero", señaló una nota distribuida este martes entre los empleados del cuerpo, que se preparaban para la sesión de este miércoles convocada ayer por el presidente de la Cámara baja, Martín Menem. 

Como comenzó a conocerse el lunes tras la denuncia de las autoridades de la Universidad Nacional de San Luis, la decisión del Banco Central impide a los organismos públicos recibir un adelanto de los fondos para liquidar los salarios y obliga a esperar a recibir los pagos del Tesoro que se realizan entre el día 2 y el 5 del mes.

Desde el 28 de octubre de 2019, a través de la comunicación A6816, el gobierno de Alberto Fernández eximió a los  bancos comerciales del cupo para quedar expuestos a créditos del sector público. El objetivo fue, en medio de la crisis económica y social que se declaró entonces, adelantar el pago de salarios para los empleados públicos. 

Esa decisión quedó revertida, en coincidencia con otra resolución del Ejecutivo que liberó a los bancos de otorgar información al Estado sobre las condiciones y tasas con las que operan tarjetas de créditos y préstamos hipotecarios, entre otras 69 resoluciones derogadas

Desde el Gobierno aseguran que las partidas fueron giradas en tiempo y forma para hacer frente a los pagos de las reparticiones públicas y universidades, pero en las últimas horas se suman entes y organismos que comunican retrasos. 

Mañana los empleados que reciban a los legisladores en el recinto, mantengan en condiciones el sistema de votación o les sirvan comida y agua para los largos discursos y negociaciones, no estarán contentos con los tratos de La Libertad Avanza.