La paritaria de estatales y docentes se encajonó en un callejón cuya salida más probable es el conflicto liso y llano. El primero de la gestión de Maximiliano Pullaro al deslizar ayer que entre jueves y viernes realizará una oferta de mejora salarial sin negociar más, y con la advertencia de que unos y otros se olviden de la cláusula gatillo de diciembre porque la Casa Gris ya tiene decidido escalonar su política salarial de acuerdo a la evolución de su recaudación y no según la inflación. 

"El acuerdo paritario firmado por la gestión anterior es imposible de cumplir. De ninguna manera se gastarán más recursos de los que la Provincia dispone", anunció ayer el ministro de Gobierno, Fabián Bastía. Y estimó que "en 48 horas" el Ejecutivo pondrá sobre la mesa con los gremios una propuesta de mejora salarial cuyos detalles no reveló.

"Nos interesan los trabajadores públicos. Son fundamentales para el funcionamiento de todas las áreas del Estado, pero de ninguna manera vamos a comprometer recursos públicos más allá de los que tengamos. Desde el momento en que el gobierno anterior firmó el acuerdo salarial, ya existían condiciones macroeconómicas bastante complejas que se fueron agudizando y fueron aumentando la estrechez de fondos y de las transferencias y de la recaudación propia de la provincia, lo que hace materialmente imposible cumplir con ese compromiso”, dijo el ministro de Pullaro a LT8.

La posición del Ejecutivo nunca varió respecto de priorizar todo lo posible el achique del déficit. Un punto en el que ni las reuniones con Amsafé, Sadop, UDA y Amet, por un lado, ni con ATE y UPCN por otro, lograron conmover.

A la salida de la reunión del lunes, el secretario administrativo de ATE, Marcelo Delfor, dejó entrever que ese sindicato está dispuesto incluso a revisar los pases a planta permanente que el pullarismo frenó días atrás, con el previsible malestar gremial. Todo sea por recomponer el clima paritario.

Maestros y estatales pugnan por percibir la cláusula de actualización prevista en la paritaria 2023, acordada con la gestión Perotti, y que en función de la inflación acumulada debería ser de un 36% promedio al sueldo de enero.

El Ejecutivo ya publicó el cronograma de pago de haberes y sin nada de ese plus acordado. 

Bastía aseguró que el impacto de esa erogación extra en la masa salarial del Estado santafesino sería de "más de 40 mil millones de pesos, sin contar todo lo que insumió el aumento de la planta permanente de trabajadores, que fue de 13 mil personas en cuatro años”, cargó. Y también le reprochó al ex gobernador que "esa fórmula de ajuste nunca fue usada en 3 años y 9 meses, pero sí en los últimos tres meses de su gestión". 

En el fin de semana, previo a la reunión del Gobierno con los estatales, el ex ministro de Trabajo, Juan Manuel Pusineri, salió al cruce del discurso oficial y el pretexto de "la herencia recibida" y el eslogan libertario de "no hay plata".

"Para justificar el no cumplimiento del acuerdo paritario –contraatacó Pusineri– esta gestión pretende presentar un déficit abultado que solo responde a una construcción contable alejada de la realidad. Ninguna proyección puede justificar que octubre (último mes de ejecución publicado) arroje una situación de equilibrio y en diciembre exista un déficit de la magnitud que públicamente señalan los funcionarios", enrostró.

Según el ex funcionario perottista, al 30 de noviembre Santa Fe tenía en cuentas y plazo fijo casi 272.000 millones de pesos. "Un cálculo razonable indica que al final del ejercicio 2023 existen dos masas salariales en saldos disponibles. No dejamos ninguna bomba sino fondos para cumplir los acuerdos y prestar servicios", recalcó.

Y todo eso –añadió Pusineri– se hizo con el visto bueno de Pullaro como diputado provincial y en el marco de la transición luego dispuesta entre el equipo saliente y el entrante.

Confrontado con eso, Bastía recordó que en la Legislatura el radicalismo "hizo todas las reservas cuando se votó el presupuesto 2023 y cuestionó los exagerados pases a planta permanente. Pusineri puede decir que hay fondos, pero si alguien dice que la totalidad de esos fondos serán destinados a pagar sueldos, se equivoca”.

El titular de la cartera de gobierno insistió en la prédica oficial. "No vamos a asumir compromisos más allá de los recursos que nos ingresen. Todos sabemos que hay una caída en la economía, del PBI y de la recaudación, más la pérdida de recaudación por la caída de las leyes de impacto fiscal-electoral de Sergio Massa", acusó.

En ese sentido, advirtió que "lo público no es solo pagar sueldos, sino también comprar patrulleros, equipar hospitales, mejorar escuelas, comprar medicamentos, arreglar rutas. En esa lógica, es que nosotros hicimos un ofrecimiento de cómo se deben recomponer los salarios. Ponemos los números a la vista de todos más allá del ajuste que pretenda llevar el gobierno nacional", indicó.