El Ejército israelí admitió ayer haber inundado túneles del grupo islamista Hamas en la Franja de Gaza para destruirlos, mientras que al menos 114 gazatíes murieron en las últimas 24 horas por los bombardeos israelíes, elevando la cifra de muertos a más de 26.700.
"El ejército implementó nuevas capacidades para neutralizar la infraestructura terrorista subterránea en la Franja de Gaza canalizando grandes volúmenes de agua hacia los túneles", detalló hoy un comunicado castrense, algo que nunca habían confirmado Israel, pese a los rumores. "El bombeo de agua sólo se realizó en los recorridos y ubicaciones del túnel que eran adecuados", sostuvo, tras haber estudiado la localización de pozos y las características del subsuelo, sin dañar la canalización de aguas subterráneas, y tras la instalación de bombas y tuberías en la Franja.
Las familias de los 136 rehenes que siguen retenidos en Gaza han mostrado desde el inicio temor por esta práctica, ahora confirmada, ya que podría poner también en peligro a los cautivos. Se estima que Hamas desarrolló un entramado de más de 480 kilómetros de túneles a lo largo del enclave palestino, y que solo una ínfima parte de ellos fueron destruidos en los casi cuatro meses de ofensiva israelí.
El lunes, en un túnel de poco más de un kilómetro de largo y 20 de profundidad, el Ejército aseguró haber hallado una base militar desde la que un comando de Hamas en Jan Yunis, al sur de la Franja, habría supervisado ataques, entre ellos el del pasado 7 de octubre. El túnel fue destrozado por la unidad especial Yahalom, que lo demolió tras haber completado la inspección.
Son 114 los muertos
En el marco de combates intensos en el sur de la Franja, al menos 114 gazatíes murieron en las últimas 24 horas por bombardeos israelíes, lo que eleva la cantidad total de fallecidos a 26.751, mientras que ya son más de 65.636 los heridos, según el Ministerio de Sanidad gazatí. "Varias víctimas siguen aún bajo los escombros y tiradas en la carretera, dado que la ocupación evita que las ambulancias y el personal de Defensa Civil llegue a ellas", denunció la cartera en Facebook.
Además, decenas de familiares de rehenes protestaron en las cercanías del cruce fronterizo de Kerem Shalom, donde Israel inspecciona la ayuda humanitaria que entra a la Franja de Gaza, y obstaculizaron la entrada de camiones por séptimo día consecutivo. Consideran que Israel no debe permitir la entrada de asistencia "al enemigo", mientras quedan dentro del enclave cientos de secuestrados pasando hambre.
Imágenes satelitales a las que tuvo acceso la BBC demostraron que más de la mitad de los edificios de Gaza quedaron destruidos o dañados desde que Israel lanzó su represalia contra la Franja por los ataques terroristas de Hamas. Estas muestran el antes y después de los bombardeos, y también que los ataques contra del sur y el centro del territorio palestino se intensificaron desde principios de diciembre. Entre 144.000 y 175.000 edificios resultaron dañados o destruidos, lo que representa entre el 50 y el 61 por ciento de los inmuebles del enclave.
El jefe del buró político de Hamas, Ismail Haniyeh, afirmó que el grupo está estudiando la propuesta de acuerdo que le presentó Qatar, país mediador, y que responderá pronto. Aunque exigió la completa retirada de las tropas israelíes de la Franja de Gaza. "El movimiento está abierto a discutir cualquier iniciativa o idea seria y práctica, siempre que conduzcan a un cese integral de la agresión" afirmó en un comunicado, donde además dijo que se debe garantizar el retorno a sus hogares de los casi 2 millones de gazatíes que están desplazados por la violencia, la mayoría de ellos en la zona de Rafah en la frontera con Egipto.
En la propuesta de tregua de Qatar participaron EE.UU. y Egipto. El trio de países se mostró optimista sobre las posibilidades de que se logre un acuerdo, aunque Israel destacó que "el camino para un acuerdo es largo" y lamentó que hubiera aspectos inaceptables en la propuesta, en referencia a la exigencia de la retirada total de sus tropas y poner fin a la guerra. El Gobierno israelí no está dispuesto a parar la guerra, a pesar de la creciente presión de las familias de los secuestrados para que negocie un acuerdo a cualquier precio para la liberación de los 132 rehenes que quedan dentro de la Franja, de los que se cree que unos 28 estarían muertos.
España no retira la ayuda
El ministro israelí de la Diáspora, Amichai Chikli, señaló que Israel está decepcionado de que España no haya retirado su financiamiento a la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA), tras la acusación contra algunos de sus empleados por su supuesta participación en el ataque de octubre. "El Gobierno español está jugando un papel muy negativo hasta ahora. Estamos extremadamente decepcionados", manifestó el funcionario en una conferencia de prensa en Jerusalén.
"UNRWA es Hamas, está liderada por Hamas", subrayó el ministro, al explicar que el grupo islamista, que tomó el control de la Franja en 2007, no permitiría el funcionamiento de ninguna agencia en ese territorio que no esté alineada con sus intereses. "Gaza no es una entidad democrática, tenés básicamente dos opciones: una es ser Hamas y la otra ser arrojado desde el techo de algún edificio", aseguró.
Al surgir la denuncia israelí la semana pasada, la UNRWA anunció el despido inmediato de 13 miembros de su personal e inició una investigación interna. EE.UU, el principal socio y proveedor de armas de Israel, fue el primero de 16 países que decidieron suspender su financiamiento a la organización: Canadá, Reino Unido, Australia, Finlandia, Países Bajos, Austria, Alemania, Italia, Francia, Suiza, Rumanía, Japón y los tres países bálticos.
De los demás grandes donantes --con aportes por encima de los 10 millones de dólares por año-- solo España, Noruega, Suecia, Dinamarca y Bélgica mantienen sus partidas, igual que Arabia Saudí, Catar y Kuwait, que no adoptarán medidas por el momento, si bien continuarán atentos al resultado de las pesquisas abiertas. La Unión Europea anunció el lunes que continuará sin cesar su ayuda a los palestinos en Gaza y tomará una decisión sobre la financiación a la UNRWA cuando se conozca el resultado de la investigación.
Persecusión al opositor
El comité de la Knéset recomendó este martes la expulsión del diputado Ofer Cassif, el único miembro judío del partido de mayoría árabe Hadash-Taal, después de que este apoyara públicamente la denuncia de Sudáfrica contra Israel ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) por el delito de genocidio.
Según el comité, con su apoyo, Cassif alienta una lucha armada contra el Estado de Israel, una de las infracciones incluidas en la Ley de Suspensión de 2016. La destitución será sometida a votación y deberá ser aprobada por al menos 90 de los 120 diputados del Parlamento.
Organizaciones como Adalah y el Centro Legal para los Derechos de la Minoría Árabe en Israel, consideran ilegal la tentativa de expulsión que calificaron de "intento deliberado de suprimir (cualquier) disidencia política contra la brutal campaña militar israelí en la Franja de Gaza".