Las réplicas de la decisión de Mauricio Macri de organizar un operativo clamor para postularse a la presidencia del PRO van por ahora por debajo de la tierra. Patricia Bullrich cavila si presentarse para enfrentarlo o si designar a alguien para que lo haga. Horacio Rodríguez Larreta no dice esta boca es mía. El único que se animó a criticar a Macri hasta ahora es un dirigente cercano a Bullrich, Damián Arabia, quien dijo: "Creo que nuestro partido necesita una renovación de cuadros políticos
porque de lo contrario vamos a tener un partido envejecido". Esto expresa solo el uno por ciento del malestar que hay en el bullrichismo con la postulación de Macri.
Aunque ahora están más concentrados en apuntalar a Javier Milei, en el PRO llegaron a este año partidos en tres facciones: la que responde a Bullrich, la que se alinea con Larreta y los que son Macri paladar negro. Estos últimos fueron los que motorizaron el operativo clamor de los jefes distritales del PRO y de un grupo de ex ministros y dirigentes para que Macri encabece el PRO como figura de unidad.
Los plazos son exiguos: vencen el 6 de febrero. Así que si alguien quiere enfrentar a Macri, deberá decidirlo en breve. El expresidente apuesta a una lista de unidad. Ya está enviando emisarios a negociar con Bullrich, cree que lo tendrá dentro al larretismo y que contendrá a todos como gran padre fundador del espacio. ¿Podrá?
No es secreto que Bullrich no lo quiere en ese cargo, pero por estas horas nadie se atreve a decir si se animará a competirle o si mandará a alguien a competirle siquiera. Quién dio alguna señal de que no les convence ni un poco un Macri presidente fue Damián Arabia, quien encabezó la jefatura de campaña de Bullrich el año pasado.
"Lo digo a título personal, creo que nuestro partido necesita una renovación de cuadros políticos porque de lo contrario vamos a tener un partido envejecido", dijo Arabia. "No es un problema de nombres, sino de lógica etaria de concepción", eligió sus argumentos de forma inteligente el diputado. No cuestiona a Macri por ser Macri, sino porque no expresa una renovación.
Ese podría ser un eje de disputa que elija el bullrichismo si elige enfrentarlo con un candidato joven como... el propio Damián Arabia. Aunque la realidad es que no tienen nada definido: lo único que se sabe del entorno de la ministra de Seguridad es que la movida de Macri no les gusta ni un poco.
Del otro lado del mostrador, se sumó al operativo clamor el diputado Héctor Stefani, quien abogó por la lista de unidad con Macri a la cabeza. "Hace tiempo que no hablo con Mauricio, pero varios dirigentes lo hicieron en un Zoom y aceptaría ser el presidente del partido", adelantó. No hace falta ser un detective para descubrir que el Zoom y las cartas que llamaron a que Macri conduzca el partido estarían relacionadas.
Las dos cartas mostraron nombres del entorno de Macri, pero tienen detrás otros dirigentes que lo respalda como el jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, y el jefe de la bancada de Diputados, Cristian Ritondo.
"En la situación que vive la Argentina, el PRO no debe dirimir su presidencia
en una elección interna nacional sino generar
una lista de unidad", indicó Stefani, quien insistió -como hicieron los jefes de los PRO provinciales- que la nueva cúpula debe tener "una mirada más federal".