Polonia, un país de tradición nacionalista y católico conservador, se encamina hacia un futuro más feminista desde que el 13 de diciembre pasado asumió el nuevo Gobierno. La ministra de Sanidad, Izabela Leszczyna, afirmó que no permitirá a los directores de los hospitales que se nieguen a practicar abortos permitidos por la ley, y que en caso que eso ocurra, les recortará los fondos públicos.

La advertencia de la funcionaria está alineada con las promesas de campaña electoral del nuevo primer ministro polaco, Donald Tusk, de conquista de nuevos derechos para las mujeres, el cuidado de la salud y la salud reproductiva.

El país europeo tiene una de las legislaciones sobre el aborto más restrictivas del mundo, y sólo se permite interrumpir un embarazo cuando exista una amenaza para la vida o la salud de la madre o cuando sea resultado de un delito (violación o incesto).

Sin embargo, la nueva Administración buscará cambiar la legislación vigente con la presentación de un proyecto de Ley para autorizar "el aborto legal y seguro hasta la 12ª semana de gestación", según anunció Tusk en una conferencia de prensa la semana pasada, tras una reunión del consejo de ministros.

El nuevo gobierno polaco busca cambiar la legislación vigente sobre el aborto. (Imagen: X/@Leszczyna)

En este contexto, en una conferencia de prensa realizada este martes en la ciudad de Varsovia, la ministra de Sanidad indicó a todos los médicos que, cuando está amenazada la salud o la vida de una mujer, "no pueden invocar la llamada cláusula de conciencia".

Leszczyna anunció que los responsables de los departamentos de ginecología y obstetricia de todos los hospitales públicos deberán firmar un contrato que "establecerá de forma muy clara y precisa (...) que garantizan la interrupción de embarazos de acuerdo con la ley polaca".

"Si tenés un contrato con el Fondo Nacional de Sanidad, tenés que proporcionar un paquete de beneficios por el cual recibís dinero. De lo contrario, simplemente no tendrás contrato, y por lo tanto, tampoco fondos", enfatizó la ministra.

"No habrá una lista de hospitales donde sí se practican interrupciones de embarazos y otra de aquellos donde no se realizan", declaró al responsable de la Sanidad polaca.

Las declaraciones de Leszczyna ocurren tras la muerte de varias mujeres en hospitales públicos cuando fueron ingresadas por complicaciones en la gestación. Se estudia si estos decesos están relacionados con una sentencia judicial emitida por el Tribunal Constitucional polaco, que eliminó varios de los supuestos que hasta entonces permitían el aborto.

La asociación polaca de Defensa de la Mujer "Federa" impulsa la investigación de los casos de cuatro mujeres fallecidas en estas circunstancias, a las que solo se les practicó un aborto cuando los médicos certificaron la muerte del feto, lo que produjo complicaciones con un desenlace fatal.

Finlamente, la ministra de Sanidad anunció la creación de un "equipo coordinador para la seguridad sanitaria de las mujeres, del que formarán parte facultativos, expertos y "cualquier ciudadano que quiera aportar sus propuestas, reflexiones y quejas".

La píldora del día después, accesible a partir de los 15 años

Por otro lado, el gobierno de Tusk sacó adelante un proyecto de ley para facilitar el libre acceso al anticonceptivo de emergencia conocido como "píldora del día después" a partir de los 15 años. "Se cerró la cuestión, el proyecto de ley será transmitido al Parlamento", declaró Tusk.

Según el texto, las mujeres mayores de 15 años podrán acceder "sin receta médica", algo que sí que necesitarán las menores de esa edad, como ya ocurría antes de 2017, cuando el gobierno nacionalista restringió su uso.

Desde que llegó al poder tras su victoria electoral en octubre, la nueva coalición gubernamental, proeuropea, compuesta por la Coalición Cívica de Tusk (centro), la Tercera Vía (democristianos) y la Izquierda, restauró la financiación pública de la fecundación "in vitro".

La Izquierda ya ha presentado al Parlamento dos propuestas legislativas para despenalizar la asistencia al aborto y liberalizar el aborto en Polonia, aunque representantes de la Tercera Vía manifestaron sus reservas a esta segunda proposición.

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