La Oficina de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos denunció como una ejecución extrajudicial la operación israelí del martes pasado en el Hospital Ibn Sina de la ciudad cisjordana de Yenín, en la que soldados disfrazados de civiles y de personal médico mataron a tres milicianos palestinos.
En su informe diario sobre el conflicto bélico, la oficina del alto comisionado Volker Türk instó a las autoridades israelíes a "detener inmediatamente el ilegal asesinato de palestinos en Cisjordania", ante el número creciente de casos desde el inicio de las hostilidades en la Franja de Gaza el pasado 7 de octubre. El organismo destacó que entre los tres fallecidos había un joven de 18 años semiparalizado por las heridas sufridas en un ataque aéreo en Yenín, y que estaba postrado en una de las camas del hospital cuando le dispararon en la cabeza.
El operativo duró menos de 10 minutos: soldados israelíes se infiltraron en el hospital vestidos de médicos, enfermeros y mujeres palestinas, se dirigieron al tercer piso donde estaban los presuntos milicianos y los mataron mientras dormían con pistolas equipadas con silenciadores, según detalles publicados en medios israelíes y palestinos.
El Ejército israelí argumentó que los fallecidos planeaban realizar ataques terroristas en Israel próximamente, por lo que decidieron neutralizarlos. "Durante mucho tiempo, los sospechosos buscados se escondían en hospitales y los utilizaban como base para planificar actividades terroristas y llevar a cabo ataques, asumiendo que los hospitales les servirán como protección de la actividad antiterrorista de las fuerzas de seguridad israelíes", señaló un comunicado castrense. "Este es otro ejemplo del uso cínico de zonas civiles y hospitales como refugios y escudos humanos por parte de organizaciones terroristas", agregó.
Situación catastrófica
Mientras tanto, en el sur de la Franja, la situación de los hospitales Naser y Al Amal es catastrófica a causa del asedio del Ejército israelí desde hace diez días, por lo que peligra la vida de miles de médicos, pacientes y desplazados que ahí se refugian, denunció este miércoles el Ministerio de Sanidad gazatí.
Según el Ministerio "la situación catastrófica amenaza con la muerte de muchos heridos y enfermos, debido a los ataques y la falta de capacidad médica". Y aseguran que los dos hospitales se quedaron sin alimentos y que los niveles de combustible para hacer funcionar las máquinas y tener luz disminuyeron de manera crítica. "Hacemos totalmente responsable a la ocupación israelí por las vidas del personal médico, los pacientes y las personas desplazadas que ahí se encuentran", destacó el Ministerio, que indicó en su último balance que la cifra de muertos en el enclave subió a 26.900 y 66.000 los heridos.
Según datos divulgados por el Fondo de Población de las Naciones Unidas, en el territorio palestino hay alrededor de 5.500 mujeres embarazadas que parirán en el próximo mes, lo que equivale a unos 180 nacimientos al día en condiciones de higiene y de seguridad mínimas. En Rafah, cuya población incrementó en un 400 por ciento hasta alcanzar los 1,5 millones de personas --la mayoría desplazadas y hacinadas en centros médicos, colegios y tiendas de plástico--, el Hospital materno Emiratí es el único centro de ayuda a las mujeres embarazadas. Y está al borde del colapso.
Rescatar a los rehenes
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, aseguró a los familiares de los más de cien rehenes retenidos por Hamas en la Franja de Gaza que se prepara un plan para rescatarlos, en medio de intensas negociaciones para una nueva tregua en la guerra.
"Aunque es demasiado pronto para decir cómo sucederá, el esfuerzo se está haciendo en este mismo momento", dijo Netanyahu a 26 representantes de 18 familias, durante la reunión celebrada en Jerusalén. "Estamos haciendo todo lo posible para rescatar a los rehenes", aseguró el primer ministro, que se negó a dar detalles del posible pacto, argumentando que cuanto más discreta sea la negociación, mayores serán sus posibilidades de éxito.
Los desesperados familiares de los rehenes encabezaron manifestaciones cada vez más masivas en Tel Aviv, Jerusalén y otras ciudades israelíes para presionar a Netanyahu a que ceda ante cualquier demanda de Hamas, con tal de rescatar a sus seres queridos.
Hace unas semanas, el grupo islamista dijo que estaba dispuesto a liberar a los rehenes a cambio de un cese el fuego definitivo, algo que el primer ministro rechaza rotundamente, debido a que considera que la guerra debe continuar hasta la eliminación total de Hamas. No obstante, Qatar, Egipto y Estados Unidos, que ejercen como mediadores, están negociando una tregua similar a la que ocurrió durante una semana a finales de noviembre pasado que permitió liberar a 105 rehenes, a cambio de la puesta en libertad de 240 palestinos presos en cárceles israelíes.
Desde EE.UU. el gobierno de ese país aseguró que trabaja "activamente" analizando opciones para la creación de un Estado palestino independiente que a su vez garantice la seguridad de Israel. "Sí, tenemos procesos en marcha para planificar las mejores políticas que avancen hacia el establecimiento de una Palestina independiente", dijo el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller en una rueda de prensa antes una consulta.