El cofundador de la banda de rock inglesa Pink Floyd, Roger Waters, será desvinculado de la discográfica alemana BMG luego de casi siete años de contrato por su apoyo público a Palestina en el marco del conflicto con Israel en la Franja de Gaza, y sus comentarios sobre Ucrania y Estados Unidos.
La noticia fue anunciada por diferentes medios especializados como Variety y Rolling Stone, así como por el diario británico, desde donde coincidieron en que las opiniones "controversiales" del artista de 80 años serían el motivo de la decisión de la compañía, que el año pasado tenía planeado lanzar una reversión del trascendental "Dark Side of the Moon" (1973), aunque Thomas Coesfeld -quien asumió como CEO en julio pasado- dio de baja la iniciativa tras su llegada.
En noviembre pasado, el propio Waters había sugerido en una entrevista con el abogado y periodista estadounidense Glenn Greenwald que BMG lo iba a "despedir", y aunque desde la discográfica echaron por tierra el comentario, el músico arremetió al adelantar que su desvinculación era resultado de la presión de intereses pro-israelíes sobre Bertelsmann, la firma propietaria de la empresa.
En ese sentido, BMG ya había sido involucrada en la cuestión a través de la Creative Community for Peace (Comunidad Creativa por la Paz, en español), una organización pro-israelí, que en julio del año pasado publicó una carta abierta dirigida a sus ejecutivos para solicitarles que "reconsideraran" su relación profesional con Waters.
Además, poco después del 7 de octubre de 2023, cuando el grupo islamista palestino Hamas llevó a cabo su incursión militar en el sur de Israel, Bertelsmann dio a conocer su posición a través de un comunicado en el que expresaron su "solidaridad" con el país gobernado por Benjamín Netanyahu.
La inminente anulación del vínculo con Waters por parte de la discográfica se suma a otras reacciones frente a la postura pro-palestina del cantante y bajista de Pink Floyd, quien históricamente se expresó a favor de los derechos humanos -incluso en Argentina, con su conocida relación con las Abuelas y Madres de Plaza de Mayo- y en contra del fascismo y la opresión, tanto en sus declaraciones públicas como en su obra.
La supuesta "incitación al odio" en Alemania
A mediados de mayo del año pasado, el músico fue investigado por la Policía alemana por "incitación al odio", luego de presentarse en un show en Berlín vistiendo el famoso traje militar de estilo neonazi inmortalizado en los conciertos en vivo de la mítica ópera rock de 1979 "The Wall" y en su versión fílmica de 1982.
para el lanzamiento de aquel álbum -uno de los trabajos conceptuales más reconocidos de la historia- que sigue la historia de Pink, una estrella de rock ficcional que se encierra cada vez más entre "muros" imaginarios a raíz de sus traumas y de la falta de humanidad del sistema y la sociedad, un personaje basado en las propias experiencias del músico y de Syd Barrett, el fallecido primer líder del grupo.
La estética inspirada en el nazismo, desde los atuendos militares hasta las hordas animadas de martillos rojos y negros marchando, nacen cuando el protagonista, al borde de la autodestrucción y drogado para poder salir al escenario, es víctima de una alucinación en la que se transforma en un dictador fascista que atenta contra minorías étnicas como símbolo del paso hacia la locura.
Desde aquel último show en la capital alemana, en el que Waters proyectó los nombres de Anna Frank y de Shireen Abu Akleh (la periodista palestino-estadounidense del canal Al Jazeera asesinada durante una operación de las fuerzas del Estado de Israel en mayo de 2022), las acusaciones en su contra se intensificaron, aunque el autor de otros discos ineludibles del rock como "Wish You Were Here" (1975) y "Animals" (1977) siempre sostuvo que son producto de una "asimilación equivocada".