La senadora radical Flavia Delmonte presentó un proyecto de ley para que todos los trabajadores del sector público provincial, que actualmente son afiliados obligatorios del Instituto Obra Médico Asistencial (IOMA), puedan elegir su cobertura de salud.
Lo que propone Delmonte para los empleados provinciales es lo que ocurrió con el sistema de salud a nivel nacional en la década del noventa, con un saldo final que generó una mayor concentración en el mercado de las empresas de medicina prepaga y obras sociales.
Por otro lado, el discurso de la "libre elección" en materia de salud, se contrapone al modelo solidario, que es el que rige a la seguridad social en nuestro país.
El IOMA tiene más de dos millones de afiliados, entre empleados de la administración provincial, de los municipios, maestras y policías. Por esa razón, el uso político de la crítica a IOMA es un clásico de la política bonaerense. Su funcionamiento siempre es cuestionado por la oposición, con independencia de quien gobierne. Se le acusa de ineficiencia y corrupción.
Más allá de estas acusaciones, la verdadera fortaleza de IOMA reside justamente en su enorme volumen de afiliados, que le permite obtener condiciones más ventajosas para la contratación de cualquier tipo de servicio, ya que la salud es una actividad dominada por la ley de grandes números.
Eso explica, en buena medida, las dificultades de las obras sociales chicas y el creciente fenómeno de concentración en el que los jugadores más grandes se comen a los más chicos, tanto entre las prepagas como, especialmente, entre las clínicas y sanatorios. En la actualidad Swiss Medical Group, muy ligada al gobierno libertario, tiene posición dominante de mercado en muchas ciudades del país.
Radical libertaria
Delmonte, la autora del proyecto, es oriunda de la localidad de San Bernardo, dentro del partido de La Costa, en la quinta sección electoral, y ya había protagonizado una situación tensa, tanto con sus compañeros de bloque como con el Comité Provincia de la UCR, al llamar abiertamente a votar por Javier Milei en el balotaje en noviembre pasado.
En esa ocasión, sus correligionarios le recriminaron pasar por alto los insultos del entonces candidato presidencial libertario al ex presidente Raúl Alfonsín, a quién llamó “el fracasado hiperinflacionario de Chascomús”. A pesar de ese antecedente, Delmonte sigue integrando el bloque de la UCR en la cámara alta provincial.
La novela del año pasado
La ofensiva contra IOMA comenzó en marzo del año pasado, cuando el entonces intendente de San Nicolás, Manuel Passaglia, haciendo uso de su mayoría legislativa, hizo votar en el Concejo Deliberante una ordenanza que desadhería a sus trabajadores municipales del instituto.
Pero los trabajadores municipales están adheridos a IOMA a través de leyes provinciales, la 14656 y la 6982, de manera que el acto administrativo contrario debe forzosamente realizarse a través de un instrumento de la misma jerarquía, es decir, otra ley provincial.
Entonces comenzó una campaña anti IOMA, especialmente a través de las redes sociales, en la que los intendentes del PRO amagaron durante meses con seguir el mismo camino que su par de San Nicolás. Fue lo que hicieron entre otros, Pergamino, Olavarría y Azul. Los radicales, en general, no los acompañaron en la jugada.
El entonces intendente de Trenque Lauquen, Miguel Fernández, que luego fue compañero de fórmula del candidato a gobernador Néstor Grindetti, sostuvo en esa ocasión que “IOMA no es una mala obra social. Es un sistema solidario y es una obra social que tiene cobertura muy amplia. El tema es qué cobertura se consigue con ese aporte de 6.500 pesos", se preguntaba citando el monto del aporte diez meses atrás. "No sé si hay alguna cobertura de igual calidad por el mismo precio, tendrían que opinar los trabajadores también. En nuestra ciudad no hay ningún reclamo de los trabajadores para cambiar de obra social. Esto no quita que tenemos una discusión con IOMA desde hace mucho tiempo. Como médico puedo asegurar que IOMA no es una mala obra social", aseguraba el dirigente que también presidió el Foro de Intendentes Radicales.
Un par de meses más tarde, ante el crecimiento de los rumores, IOMA solicitó a los municipios que ratifiquen o rectifiquen formalmente el convenio. Todos respondieron positivamente, excepto San Nicolás.
Finalmente, ese municipio contrató a la empresa de medicina prepaga Avalian, ex Ospaca y el litigio entre San Nicolás y la provincia sigue su curso. Existen en el tribunal de cuentas de la provincia fallos y antecedentes contrarios a la medida del ex intendente.
El conflicto mayor giraba en torno a la situación de los pacientes denominados crónicos, que tienen tratamientos de alto costo, ya que una vez fuera del convenio, de acuerdo a la ley nacional, las empresas tienen la potestad de rechazarlos o de cobrarles una cuota diferencial, que puede igualar o incluso superar el salario de los trabajadores municipales.
La municipalidad los tentó con retiros voluntarios de hasta el 200 por ciento, que fueron mayormente rechazados. El resto, se volvió a afiliar a IOMA pero como socio individual o voluntario, con un costo mensual mayor, que fue parcialmente absorbido por el estado municipal.