En la segunda jornada por el debate de la ley ómnibus en el Congreso, las fuerzas de seguridad dispararon balas de goma y repartieron palos y gases a los manifestantes.
En ese marco, varios periodistas y reporteros gráficos resultaron heridos por la balacera indiscriminada de la policía. Uno de ellos, el reportero gráfico de Télam Víctor Carreira señaló que aún hoy está "procesando" lo sucedido y que esto forma parte, en su caso, de "un ataque por todos los frentes", ya que la agencia de noticias estatal es una de las empresas públicas que está en la mira del presidente Javier Milei para ser privatizadas.
"Mi fuente laboral peligra y anoche me pasa esto. Es muy difícil trabajar así", afirmó, en diálogo con AM750.
"Fue todo un show montado"
La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, defendió el operativo de seguridad desplegado este jueves en torno al Congreso. Sobre los más de veinte periodistas que resultaron heridos, dijo que van a convocar a organizaciones del sector, como la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (Adepa) y el Foro de Periodismo Argentino (Fopea), para conversar cómo lograr que los trabajadores de prensa puedan ser identificados durante las protestas y movilizaciones.
En este sentido, Carreira le respondió a Bullrich: "Yo estaba con una remera que en la espalda decía 'prensa' y el balazo lo recibo en la espalda. Más identificación que eso, mi cámara y el arnés que uso para trabajar, no puedo ofrecer. Y mi colega también. Los disparos fueron a mansalva y fue en un sector en que no había manifestantes, había muy poco y nadie estaba agrediendo a la policía", sentenció el periodista.
Por esta razón, el trabajador de Télam explicó la situación que suscitó el "espectáuclo" de balas de anoche. "En un momento llega la policía, comienza a dar vueltas en círculos en las motos y comienzan a disparar. Miré para atrás porque pensé que había quedado en el fuego cruzado, pero no había nadie. Me refugié detrás de un móvil de canal 9, pero ya tenía la pantorrilla sangrando. La sensación personal fue que todo era un show montado", señaló.
"No hay que olvidarse que este gobierno asumió con esa promesa, represión, y eso no está ocurriendo. Porque para que haya represión debe haber una trasgresión y no había, más allá de algún que otro manifestante. Lo que veía es que todas las indicaciones que daban los policías se obedecían. Pero en un momento las motos se subieron a la plaza y comenzaron a disparar", agregó.
"En general, nosotros los reporteros nos refugiamos por fuera de la línea de fuego, tanto de la policía como de los manifestantes. Esta vez era imposible, porque la policía disparaba en cualquier dirección. Quedamos atrapados en una especie de cacería en la que no importaba quienes éramos", cerró.