“El nuevo modelo prestacional de médicos de cabecera es nulo de nulidad absoluta, no sólo por violentar normas inderogables del derecho al trabajo sino también porque el médico es obligado a su suscripción bajo amenaza de perder sus fuentes de trabajo y en evidente estado de necesidad”. Este es uno de los pasajes de la dura carta enviada por el Colegio de Médicos de la Provincia de Buenos Aires al titular del PAMI, Carlos Regazzoni.
La misiva, que lleva las firmas de Rubén Tucci (presidente) y Jorge Lusardi (secretario general), hace hincapié en que el PAMI trata de “ocultar un contrato de trabajo en relación de dependencia de cada uno de los profesionales” que atienden a jubilados de la obra social estatal. Y que la “exigencia al médico de cabecera para que suscriba un nuevo contrato entraña un fraude de las normas que regulan el trabajo”.
Según el Colegio de Médicos, el PAMI les niega a los médicos los “más elementales derechos consagrados por la Constitución”, como el “salario digno, licencias anuales, licencia por enfermedad, sueldo anual complementario, derecho a indemnización justa en caso de despido sin causa, aportes previsionales y demás beneficios sociales”.
Los médicos bonaerenses reaccionaron luego de que entrara en vigencia el nuevo contrato impulsado por la obra social de los jubilados. Se pasará de un sistema basado en un pago fijo per cápita (con un tope de 700 pacientes) a otro mixto regido por el pago por consulta, más una cápita.
Se elimina en el nuevo sistema una serie de pagos extra e incentivos, como posgrados y zona desfavorable, y se deja sólo la cápita básica que en diciembre aumentará a $16 por afiliado, y en febrero de 2017 pasará a $20,37. Regazzoni dijo que los profesionales pasarán a cobrar 35 mil pesos mensuales. Para llegar a esa cifra, el médico deberá atender a 340 pacientes (a razón de 70 pesos la consulta, según confirmaron desde PAMI) por mes: 15 jubilados por día hábil, casi dos por hora. Todo esto suponiendo que el médico cuenta con 700 afiliados, por los que recibirá $11.200 de cápita, y que casi la mitad decidan –mes a mes- atenderse por alguna razón.
El PAMI apunta a expandir de 8 mil a 10 mil la cantidad de médicos de cabecera. Y a partir de diciembre, cuando entre en vigencia el nuevo convenio, los afiliados podrán cambiar de médico de cabecera cada dos meses. Hoy, el mínimo de permanencia es seis. En abril o mayo, se reducirá a un mes.
El médico de cabecera es el nexo entre los jubilados y la cobertura del PAMI, ya que a través suyo se realizan las prescripciones de medicamentos y las derivaciones para estudios, análisis y tratamientos. Un sistema recomendado por la OMS que orienta a los afiliados en el cuidado de su salud.