Los datos fiscales de enero revelaron un mal comienzo de año para el Gobierno. La recaudación tributaria nacional –-de unos 7,7 billones de pesos en el mes-- habría sido de las más bajas en términos reales de los últimos 9 años, según estimaciones privadas basadas en una proyección del dato de inflación en el mes. El Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf) señaló que la caída real de la recaudación en enero no fue mayor por el sostén que aportaron los impuestos vinculados al comercio exterior. Entre ellos, sobresalió la percepción récord del impuesto PAÍS, que fue ampliado por Javier Milei en diciembre y ahora los gobernadores exigen sea coparticipable en el marco de la discusión por la Ley Ómnibus y el recorte de los ingresos provinciales.

Entre los perjudicados por el mega-ajuste que promete el Gobierno están los empleados estatales que “deberán negociar los Convenios Colectivos de Trabajo de su personal dentro de su presupuesto disponible”, indica una normativa publicada en el Boletín Oficial. La Decisión Administrativa que lleva la firma del ministro del Interior, Guillermo Francos, y su par de Economía, Luis Caputo, implica una fuerte licuación de los salarios de los empleados públicos porque el presupuesto vigente para 2024 es una prórroga del Presupuesto 2023.

Con una inflación que de momento no encuentra techo, las paritarias atadas al presupuesto del año anterior quedarán desactualizadas. Hasta ahora, los sindicatos estatales de ATE y UPCN que negocian con la Secretaría de Trabajo como contraparte acordaron el 20 de enero un aumento del 16 por ciento (menor que la inflación de diciembre).

Caen los ingresos

Los datos fiscales difundidos el jueves por la Secretaría de Hacienda, dependiente del Ministerio de Economía, arrojaron una recaudación tributaria de 7.699.887 millones de pesos en enero de 2024. Esa cifra, comparada con iguales períodos anteriores y en moneda constante sólo fue más baja en enero de 2020, es decir durante la pandemia, según el Iaraf. Estos números dan cuenta de las dificultades que enfrentará el Gobierno para cumplir con el ajuste fiscal ofrecido al FMI este año.

En enero, la recaudación habría caído 3,6 por ciento real respecto de igual período de 2023. Si se excluyeran los tributos vinculados al comercio exterior la caída hubiera sido del 15,5 por ciento. Enero sirve de botón de muestra para lo que cabe esperar el resto del año, con una economía en recesión que poco aportará a los ingresos tributarios, al tiempo que la recuperación de la cosecha agrícola que empujará los ingresos vía derechos de exportación.

El impuesto que más aumentó en el primer mes del año fue el PAIS, como consecuencia de la ampliación de la base imponible y de la suba de alícuotas en diciembre: pasó a abarcar gran parte de las importaciones y la tasa subió de 7,5 a 17,5 por ciento. El impuesto PAÍS habría crecido 283,8 por ciento en términos reales según el Iaraf (prácticamente se multiplicó por cuatro) y alcanzó así un máximo histórico. Esto explica en buena medida el interés de los gobernadores por su coparticipación. El mismo representó el 6,1 por ciento de la masa fiscal.

También crecieron fuertemente los derechos de exportación, un 181,2 por ciento en términos reales (se triplicaron) y las tasas de importación en un 41,9 por ciento según el Iaraf. Así, las retenciones pasaron de representar un 3 por ciento de la masa fiscal en promedio durante el último año de sequía, a un 8,4 por ciento en enero, según mostró en su red social X el especialista Javier Preciado Patiño.

Por el contrario, en enero de 2024 el impuesto a los Bienes Personales registró la mayor caída en términos reales: un 60,8 por ciento interanual de acuerdo al Iaraf. También mermaron otros impuestos vinculados a la actividad interna: los gravámenes a los Combustibles (-45 por ciento) y la recaudación por Ganancias (38,6 por ciento) producto fundamentalmente de la reforma que eliminó la cuarta categoría de ingresos de su base imponible. Los impuestos por la Seguridad Social cayeron 25,7 por ciento en términos reales, dando cuenta de la magra recomposición de los salarios en lo que va del año. También las cargas sobre Créditos y Débitos cayeron 15,7 por ciento en igual comparación.