Plataforma Lavardén recupera su actividad, pero también y sobre todo el concepto que la movilizaba. Vuelven el “Apantallate” de los días miércoles (el ciclo de cine en la Terraza, junto a Cine El Cairo), los fines de semana musicales y las propuestas teatrales. Los espacios serán los que eran, algunos ya no están, y la idea es recuperar la impronta original. “Que Plataforma Lavardén se llamara así tenía un porqué; seguramente, cuando pasó a ser llamado ‘Ciudad Cultural’ debió haber tenido un concepto. Para nosotros, cuando llegamos allá por el 2008, había allí unos pocos espacios para talleres y un teatro, el resto era para el ministerio; y con Chiqui (González) vimos entonces el potencial del edificio”, comenta Lucrecia Moras, Subsecretaria de Programaciones Culturales del Ministerio de Cultura, a Rosario/12.
“Nos encontramos con salas maravillosas como el Salón, pero cuando llegamos estaba tabicado en tres partes, para dar talleres. Esos pocos talleres y el teatro se llamaban Centro Cultural Lavardén, un concepto que ya de por sí nos parecía un tanto anacrónico, por esa cosa de la cultura concentrada en un mismo espacio, como si no estuviera en otros lugares. Lo debatimos con el equipo de aquel momento, y llegamos a la conclusión de que en realidad debía ser una ‘plataforma’, en el sentido de ser un lugar para que la gente aterrice y también despegue”, continúa la funcionaria.
Plataforma Lavardén abrió sus puertas en agosto de 2012; con motivo de su inauguración -como relevara Rosario/12 en su momento- el entonces gobernador Antonio Bonfatti decía: “Todos saben de la situación económica que vive la provincia, pero justamente ante más dificultades es cuando más cultura debe haber”. Una definición que viene bien en cualquier momento, más aún en éste. Por su parte, la exministra de Innovación y Cultura, Chiqui González, expresaba: “Pensado como una constelación de espacios para las artes, el rumbo que el edificio toma, parte de recuperar una construcción arquitectónica patrimonial y dotarla de vida cultural. Plataforma Lavardén son mil metros cuadrados de gente creando, es un complejo cultural en movimiento”.
Lucrecia Moras -directora de Plataforma Lavardén en aquellos años-, recuerda que “la idea era poder tener todo tipo de actividades artísticas, porque obviamente forman parte de nuestra cultura, pero que fuera también un lugar donde pueda aterrizar el notable, el consagrado, y donde se permitiera despegar al novel, al que recién empieza. Por eso, nos encantaba tener una sala para 400 personas, otra de 200, otra de 100 y una sala de 50. Con los años, pudimos ver cómo eso que habíamos pensado, se traducía en montones de músicos que habían estado en el Salón Petit, donde a duras penas llegaban a 50 personas, luego repetían y se agregaban sillas. Cuando venían a pedirnos una fecha, les proponíamos pasar al Gran Salón, y de allí después llegaban al teatro. Como Estado, ver cómo acompañábamos a los artistas y se les daba esa posibilidad, para ir creciendo, fue muy satisfactorio”, continúa la funcionaria.
-A ello se agregaban los talleres que se impartían.
-Muchos de los que salieron de esas instancias de formación que teníamos, como los talleres de composición de canciones o de perfeccionamiento vocal, pasaban luego por este sistema que te decía. Por otro lado, siempre intentamos, en cada espacio que se recuperaba, mantener algo de la esencia del lugar; en este caso, es un espacio que creó la Federación Agraria, para que fuera un espacio de gestión y formación, donde se quedaban los hijos de los chacareros, estudiantes de cuestiones vinculadas con la tecnología agropecuaria. Fue un hotel y luego un espacio cultural; de algún modo intentamos mantener eso, y que fuera una plataforma de aprendizaje múltiple, en todas las disciplinas, además de ser un lugar de exhibición.
-El proyecto de Plataforma había quedado sin continuidad, ¿no?
-Ahora volvemos al edificio y la plataforma está desdibujada, pero intentaremos volver a instalarla. Nos encontramos con problemas, porque ya no contamos con los mismos espacios (NdR: El edificio alberga hoy otras dos instituciones: la Escuela Provincial de Cine y TV y la carrera de Realización Integral con especialización en Animación 3D y Tecnologías Digitales de la ENERC). Había una sala para 100 personas, que ahora es un depósito y la estamos limpiando, la idea es recuperarla. Para retomar, conservamos el Gran Salón y tenemos la Terraza, que no está en las mismas condiciones, pero se va a recuperar. La gente nos pide a gritos el “Apantallate”, así que vamos a volver a ponerle ese nombre al ciclo de cine gratuito en la Terraza. También encontramos la posibilidad de alquilar un sistema de pantalla led, de modo tal que si llueve el Apantallate se haga igual, adentro del teatro. Con una programación que contemple la Terraza y el Teatro para febrero y marzo, durante los días miércoles, viernes y sábados. Arrancamos en el teatro (NdR: La actividad tuvo lugar el jueves pasado) con un homenaje a María Elena Walsh, realizado por el cuarteto de cuerdas Aureus junto a Mercedes Borrell, también para de alguna manera decir que, de a poquito, haremos volver a las infancias al lugar.
-Vuelven entonces a funcionar la sala teatral y los demás espacios como un único lugar.
-Todo. La Plataforma es un edificio con un mismo objetivo: ser una plataforma de despegue y de aterrizaje para artistas, para la gente, aprendiendo y formándose, con algunas salas de talleres, una terraza, un Gran Salón, un Petit salón, una sala de teatro, y un ministerio. Queremos recuperar el espacio desde un espíritu de encuentro.
La programación de Plataforma Lavardén, que puede consultarse en https://plataformalavarden.gob.ar/, incluirá en febrero el Ciclo “Apantallate” los días miércoles a las 21, y un ciclo de ritmos musicales durante los días viernes y sábado en la Terraza -entre charlas, ferias y baile-, en el marco de una agenda que crecerá en marzo con propuestas teatrales y sumará, en abril, un ciclo de jazz en el Petit Salón.