“Señora Earthart, permítame una pregunta”, dijo un periodista levantando la mano. "¿Por qué se arriesga de esta manera? Porque quiero”, respondió ella. Ocurrió durante la conferencia de prensa que se realizó en Nueva York el 12 de febrero de 1937. En ese marco, Amelia Earthart (una auténtica estrella de la época, que venía de ser la primera mujer en cruzar el Atlántico en solitario en 1932 entre otras proezas) anunciaba el itinerario a lo largo del mundo que haría en su Lockheed Electra. Partiría de Oakland hasta Honolulu, Howland Island, Nueva Guinea, Australia, India, África, Brasil y finalmente, retornaría a Estados Unidos. Pero a medio camino, el avión se dañó y casi se incendia.
Sin embargo, lo intentó una vez más el 20 de mayo, acompañada por el capitán Fred Noonan. Si completaba el itinerario de 46.670 kilómetros se iba a convertir en la primera mujer en circunnavegar el planeta. Pero eso no sucedió. Tras unos 35 mil kilómetros recorridos, el avión dejó de emitir señales y nunca fue hallado. Hasta ahora.
Un equipo de arqueólogos submarinos y expertos en robótica marina pertenecientes a la empresa de exploración oceánica Deep Sea Vision ha anunciado un posible avance en la resolución del misterio. Utilizando imágenes de sonar, una tecnología para mapear el fondo del Pacífico mediante ondas sonoras, el equipo ha detectado una anomalía, a más de 4.877 metros de profundidad, que se asemeja a un pequeño avión. Se cree que podría corresponder al pequeño Lockheed Electra que Amelia piloteaba. La expedición está a cargo del CEO de Deep Sea Vision, Tony Romeo, un ex oficial de inteligencia de la Fuerza Aérea que ya lleva desembolsados 11 millones de dólares, obsesionado con el caso.
Romeo cree que la imagen creada con las ondas sonoras, tomada cerca de Howland Island, respalda la "teoría de la línea de fecha" que rodea la desaparición de Earhart. Esto postula que Noonan habría calculado mal su posición después de olvidarse un pequeño gran detalle: la línea internacional de cambio de fecha durante su vuelo. Por eso Amelia habría hecho el esfuerzo de haber aterrizado en el agua.
"La imagen del avión que vemos a través del sonar sugiere que ese puede ser el caso", dijo Romeo. "Estamos encantados de haber hecho este descubrimiento al final de nuestra expedición y planeamos cerrar una gran historia estadounidense". A pesar de que se guarda en secreto la ubicación exacta de los restos, sí ha trascendido que las imágenes fueron captadas aproximadamente a 161 kilómetros de distancia de la isla Howland, el siguiente lugar donde se esperaba que aterrizaran Earhart y Noonan después de su último despegue desde Nueva Guinea.
La pareja fue declarada perdida en el mar tras dos semanas de extensa búsqueda. Las operaciones se iniciaron apenas una hora después del último mensaje de radio emitido por ella. El presidente Franklin Roosevelt ordenó personalmente a la Marina y a las Fuerzas Aéreas norteamericanas que se unieran a un operativo que sumó unos cuatrocientos soldados en esa zona del Pacífico. No hallaron nada.
Antes de partir, Amelia la había escrito una carta a su marido donde le decía: "Quiero que sepas que soy plenamente consciente de los riesgos a los que me enfrento. Hago esto porque quiero. Las mujeres tenemos que intentar cosas, al igual que los hombres. Si fallamos, nuestro error puede convertirse en un desafío para otras".
Nacida en 1897, en Kansas, Amelia Mary Earhart se fascinó con los aviones cuando tenía unos veinte años. El 28 de diciembre de 1920, el piloto Frank Hawks la llevó en un paseo que cambiaría su vida para siempre. “Cuando estuve a doscientos o trescientos pies del suelo, supe que tenía que volar”, diría en su autobiografía. Y comenzó a recibir lecciones de vuelo con la aviadora Neta Snook. A los 25, compró un biplano Kinner Airster. Lo voló en 1922, cuando estableció el récord de altitud femenino de cuatro mil metros. Con una economía familiar tambaleante, pronto vendió el avión.
La vida de Earhart cambió drásticamente en 1928, cuando el editor George Putnam, que buscaba ampliar el entusiasmo público por el vuelo transcontinental de Charles Lindbergh un año antes, eligió a Earhart para convertirse en la primera mujer en cruzar el Atlántico en avión. Lo logró, aunque como pasajera. Pero se convirtió en una estrella mediática y un símbolo de lo que las mujeres podían lograr. Se casó con Putnam en 1931, aunque conservó su apellido de soltera.
La popularidad de Earhart le brindó oportunidades desde un negocio de moda (era una mujer muy bella, que convirtió en tendencia el pelo corto y los uniformes con botas de caña alta) hasta un período como editora de aviación en Cosmopolitan. En 1932, se convirtió en la primera mujer en volar sola a través del Atlántico, como piloto. Sus premios incluyeron la Cruz de Vuelo Distinguido Estadounidense y la Cruz de la Legión de Honor Francesa. Mientras tanto, ayudaba a otras mujeres a aprender aviación.
Una opinión extendida sobre su último vuelo es que el avión se estrelló cuando se quedó sin combustible. Dorothy Cochrane, curadora del Departamento de Aeronáutica del Museo Nacional Smithsonian del Aire y el Espacio en Washington, sostiene esta opinión. Pero Cochrane no niega la trascendencia del descubrimiento hecho por Deep Sea Vison. "Fotografiar el objeto sería de gran ayuda para identificarlo mejor", dijo Cochrane a la BBC.
Richard Jantz, director emérito del Centro de Antropología Forense de Knoxville de la Universidad de Tennessee, cree saber lo que le pasó a Earhart. En 2018, volvió a examinar una serie de huesos hallados en 1940 y cree que pertenecen a Earhart. Eso significaría que ella murió en la isla de Nikumaroro, donde fueron descubiertos, a unos 640 kilómetros al sur de Howland. Jantz le dijo a la BBC que sus puntos de vista "no han cambiado con el nuevo descubrimiento".
Richard Gillespie, fundador del Grupo Internacional para la Recuperación de Aeronaves Históricas, también apoya la teoría de Nikumaroro. Gillespie ha dirigido 12 expediciones en busca del avión de Earhart y ha escrito varios libros sobre el tema. Se autodenomina la "autoridad principal" sobre lo que le sucedió al aviador y le dijo a la BBC: "Tenemos abundante evidencia de que ella murió en Nikumaroro". También afirma que el último descubrimiento simplemente no puede ser el avión de Earhart. "Definitivamente no es el Lockheed Electra. Cualquier experto en sonares le dirá que una imagen granulada no le dice nada". Dijo que se parece más a un avión de combate de la Armada de Estados Unidos.