¿Estalló el verano? Comenzada la primera quincena de febrero en el partido de La Costa, los departamentos sin alquilar, las carpas vacías, el cambio del restaurante por la heladerita despierta preocupaciones en las localidades dedicadas al turismo. Página 12 consultó la situación con distintos empresarios del rubro, que llegaron a comparar esta temporada con la de 2001.
Menos ocupación
Según el Relevamiento del Perfil Turístico del Visitante de La Costa 2024, realizado por el Instituto de Estadística UA entre el 30 de diciembre de 2023 y el 28 de enero de este año, la estadía se reparte un 16% en alojamiento turístico, un 77% en vivienda y solo 7% en camping. Mientras que quienes residen en una vivienda durante su estadía, un 30% lo hace en una propia, un 31% en la de familiares y/o amigos y un 39% alquila.
"Notamos que hay un 40% menos de ocupación en comparación con el año anterior", cuentan desde EME Propiedades a Página 12. La inmobiliaria ubicada en Santa Teresita, dedicada al alquiler de departamentos frente al mar, afirma que en sus 40 años de experiencia solo vivió algo parecido "en la época del 80-81. Con el 1 a 1 la gente prefería irse a Miami porque la diferencia era terrible. También hubo un pico similar en el 2001".
La empresa asocia la baja de turismo con el contexto económico actual: "Es evidente que es por la crisis. Nuestro lugar es uno de los más cercanos a la capital federal y a los trabajadores del Gran Buenos Aires es el lugar que les queda más cómodo, es tranquilo y accesible, y seguramente no lleguen por falta de fondos".
En la localidad de Mar de Ajó también se presenta una importante falta de demanda. Así lo expresan desde Agustín Alarcón Propiedades, que "en alquileres hay una ocupación entre el 70 y el 80 por ciento sobre unas 100 propiedades que estamos administrando, cuando el año pasado hubo un 100%, es decir, costó un poco más alquilar. Arrancamos la temporada sin saber de precios, entonces pusimos un estimado y nos fuimos ajustando según el mercado".
Para la inmobiliaria este no es un verano común. "Nunca nos ha pasado de esta manera, aunque sí hemos tenido malas temporadas. Esta vez fue atípico porque no teníamos un valor de mercado seguro para los alquileres. Fue la primera vez que empezamos a alquilar tan tarde. Recién en noviembre empezamos a tomar reservas, cuando antes en ese mes ya estabamos terminando de alquilar enero".
Según informan desde la empresa, el costo de un monoambiente se ubica a partir de los 35 mil pesos por día y una casa para seis personas entre 75 y 100 mil pesos por noche. "Mirando la temporada en general, la gente vino principalmente a pagar el alquiler e ir a la playa, la verdad en el partido no han consumido ni gastado mucho".
Menos consumo
De acuerdo con el informe estadístico, el gasto promedio diario del visitante alcanzó casi $40.000. Además, la escala de gastos realizados durante la estadía marca que el rango de gastos de $200.000 a $300.000 representa al 20% de la población relevada; un 18% se ubicó en el rango de $300.000 a $400.000; y un 17 % de los visitantes tuvo gastos de $600.000 o más.
"La playa se ve bastante concurrida, aunque no tanto como el año pasado. Lo que se ve en la orilla será la mitad de la gente más o menos. El restorán que tenemos ha bajado muchísimo el consumo: con los precios al doble o el triple que el año pasado estamos facturando lo mismo. No tenemos renovaciones de mesas, solo se trabaja mejor los sábados y domingos", cuentan desde el balneario Atlántico de San Clemente del Tuyú.
Para el encargado del lugar, en cuanto al consumo "la temporada se ve muy parecida a la del 2001, que fue la peor que viví desde que trabajo acá hace 26 años. No había nadie y nos pasabamos el día de trabajo sentados", compara. Aunque por otro lado reconoce que en cuanto gente "sí hay, lo que pasa es que vienen con la famosa heladerita o en el centro se ve que los lugares no se llenan".
Unos kilómetros más al sur, en San Bernardo, el balneario Albatros coincide en que "la temporada pasada hubo mucha más gente en la playa. Hoy, de las 55 carpas que tenemos hay unas 15 libres".
Desde el espacio recuerdan que en la temporada de 2017-2018 "estaba todo lleno y teníamos que rechazar gente. Seguramente lo de ahora sea por la inflación, porque está todo muy caro. Si una carpa está 20 mil pesos, cinco días en la playa es un sueldo mínimo", señalan.
Economía y vacaciones
El relevamiento del perfil turístico del visitante de esta temporada recoge, además, los testimonios de los turistas sobre cómo la economía impactó en la toma de decisiones respecto a sus vacaciones.
Una variante fue la del menor tiempo de estadía: “Antes podíamos pasar más tiempo de vacaciones, ahora se acortan los plazos”; “A nosotros nos arruinó, tuvimos que bajar la cantidad de días que venimos”; “Directamente, antes podíamos venir un mes entero ahora solo una semana”; “Antes nos quedamos 10 días y ahora estamos viendo si entre 4 y 6”.
La gente también se refirió a que la crisis significó menor consumo: “Hubo que recortar gastos. Y ahorramos durante todo el año”; “Compartimos gastos con amigos para viajar”; “Resignar salidas para poder quedarme más días. Cocinar en vez de salir”; “Las salidas se recortan, igual que las compras en la playa”.
Otros expresaron la dificultad que genera la inflación: “Ahorramos todo el año y ahora todo sale el doble“; “No se puede gastar mucho, hay que ver precios”; “Los precios aumentan, los sueldos son los mismos y así se hace difícil salir a despejarse de un año complicado”.
Por último, se vio modificado el modo de vacacionar: “En todo sentido, son muy gasoleras nuestras vacaciones”; “Este año vine a quedarme a la casa de mis padres”; “Este año no hubiera podido venir a vacacionar y me invitó mi amiga”; “Somos más alquilando una casa más chica”.
Informe: Carla Spinelli