Más de 150.000 personas, según datos de la policía, se concentraron este sábado en Berlín para manifestarse contra la ultraderecha y el partido Alternativa para Alemania (AfD), en una convocatoria que fue respaldada en redes sociales por el canciller, Olaf Scholz.
"En los últimos meses se produjo un giro masivo hacia la derecha", declaró el activista refugiado Tareq Alaows ante la multitud, que portaba carteles con lemas como "Nazis fuera" o "Nunca más". También señaló que personalmente no le habían sorprendido los planes de la extrema derecha para expulsar del país a millones de personas de origen extranjero. "Quien quiera defender la democracia debe luchar por los derechos humanos. No sirve de nada si todos los partidos democráticos dan un giro a la derecha", aseveró.
Debido a la gran afluencia de participantes, los organizadores renunciaron a la idea de formar físicamente una cadena humana en torno a la sede del Parlamento y en lugar de ello instaron a los presentes a tomarse todos de la mano en un momento dado de la protesta.
El berlinés Serkan Bingoel, refugiado de 36 años y profesor de secundaria, participó en la movilización y explicó a la prensa la importancia de la iniciativa. "Queremos dar ejemplo de solidaridad y de que estamos en contra de la discriminación", indicó. "Me parece estupendo que en Alemania siga existiendo una sociedad con diversidad en lugar de uniformidad", subrayó.
Apoyo masivo
Entre los discursos de diversos activistas se intercalaron varias actuaciones musicales, mientras que unos 700 agentes de policía vigilaban la concentración, que transcurrió sin incidentes. La convocatoria fue firmada por más de 1.700 organizaciones de la sociedad civil, entre ellas los sindicatos Ver.di, GEW e IG Metall, ONG como Amnistía Internacional o Attac, Cáritas, la Iglesia evangélica y grupos ecologistas como BUND, Extinction Rebellion o Última Generación.
La de Berlín fue sólo una de aproximadamente 150 convocatorias que llamaron a manifestarse contra la ultraderecha en diversos puntos del país este fin de semana. En la ciudad de Friburgo, por ejemplo, fueron unas 20.000 personas las que se movilizaron, según el balance de la Policía. "Derechos Humanos en lugar de extrema derecha" o "Alemania sigue siendo multicolor" fueron algunos de los lemas mostrados en pancartas durante la marcha, en la que también participaron agricultores con sus tractores.
En contra de los extranjeros
El detonante de las protestas fue la revelación, por parte del medio investigativo Korrektiv, de que integrantes de la AfD habían participado en noviembre en un encuentro ultraderechista en el que se habían debatido planes para expulsar del país a millones de personas de origen extranjero. También asistieron miembros de la Unión Demócrata Cristiana (CDU), así como de la ultraconservadora agrupación Unión de Valores (Werteunion).
Según una encuesta publicada en el medio alemán Bild am Sonntag, el 61% de los alemanes cree que la democracia está amenazada en su país, frente a un tercio de los encuestados, que creen que la democracia no está en peligro. El 55% ven favorablemente las protestas contra la ultraderecha, mientras que el 26% se muestra contrario a ellas y el 12% se declara indiferente.
El canciller alemán, Olaf Scholz, dio su respaldo a la movilización con un mensaje en la red social X. "Ya sea en Eisenach, en Homburg o en Berlín, en ciudades grandes y pequeñas en todo el país muchos ciudadanas y ciudadanos se congregan para manifestarse contra el olvido, contra el odio y el acoso", resaltó. "Esto constituye una señal fuerte a favor de la democracia y de nuestra Constitución", concluyó.