Después de varios llamados de su hija al Ministerio del Interior de la Nación y a la Cámara Electoral provincial, reclamando que su madre volviera a figurar en el padrón electoral, doña Cándida pudo votar ayer en el Instituto Zona Oeste. El miércoles cumplirá cien años. "No hay mucho secreto. Hay que trabajar y luchar. Y también ayudar a los hijos", dijo.