“Solo puedo esperar que un día HBO recupere el sentido y me dé la cancelación que tanto merezco”, dijo alguna vez Larry David en relación a Curb Your Enthusiasm. Y su deseo se cumplió a medias. Fue el mismo creador de Seinfeld quien decidió ponerle final a su otro bebé tras doce temporadas. ¿Y qué pasó en el primer episodio? Su alterego insultó de lo lindo a Siri y al resto de la humanidad. Últimos diez episodios, entonces, en los que el protagonista transita la vida con su alterego cascarrabias.
Una parte de la temporada tiene como eje el suceso de Young Larry, suerte de programa dentro del programa, que muy su pesar tiene un suceso impensado. “¿Cómo puede ser que algo realmente bueno me esté pasando?”, afirma en un momento. “Realmente hice lo mejor, teniendo en cuenta las circunstancias de ser una persona que odia a los demás y tiene que involucrarse con ellas”, lanza en otro.
Junto al comediante aparece su séquito habitual (Jeff Garlin, Susie Essman, Cheryl Hines, J.B. Smoove, Richard Lewis, Tracey Ullman) más figuras de la talla de Ted Danson, Vince Vaughn y Bill Hader. Unos y otros se lanzan al vacío de la improvisación, a la parodia sobre el mundo televisivo y a los dardos davideanos en los que un detalle insignificante sobre lo cotidiano se puede volver una catástrofe.
“A medida que Curb our Enthusiasm llegue a su fin, tendré la oportunidad de deshacerme finalmente de esta personalidad llamada 'Larry David' y convertirme en la persona que Dios quiso que fuera: el ser humano reflexivo, amable, afectuoso y considerado que era hasta que llegué descarrilado al retratar a este personaje maligno. Y entonces 'Larry David', me despido de ti. Tu misantropía no se perderá”, dijo su responsable en una nota con Variety. Fue “pretty, pretty, pretty good” mientras duró. Cada domingo habrá un nuevo capítulo por HBO y HBO Max.