La cobertura televisiva sobre las elecciones pareció estar marcada por el clima de época: donde cada canal terminó por plasmar -ya sin sutilezas- su línea editorial a medida de que los resultados oficiales se fueron cargando. A la prudencia general que acompañó los primeros especiales informativos, al cierre de los comicios, le siguieron posturas que se volvieron cada vez más explícitas. Con los primeros cómputos oficiales que daban ventaja a Cambiemos, Luis Majul en América afirmaba con una sonrisa que reemplazaba su habitual tono enojado que “nos estamos divirtiendo periodísticamente, claro”. A los pocos minutos, Paulo Vilouta en la edición especial de Intratables subrayó los datos oficiales y ante la ventaja de Cambiemos pidió no “entrar en ningún grado de excitación”. Cerca de las 22, en El Trece, el zócalo sobrio de los primeros minutos le dejó lugar a un lenguaje coloquial no exento de ironía: “A Cristina, sus vecinos le votan en contra: pierde en Recoleta, en Santa Cruz y en La Plata”. En C5N, por su parte, ya con más del 80 por ciento de mesas escrutadas, Víctor Hugo Morales sentenció, desde una pantalla que esta vez no abusó de las osadas placas de otras elecciones, que “la derecha ha arrasado: es un tiempo de derecha en América Latina y en el resto del mundo. Que haya todavía un 37 por ciento de firmes soñadores por un mundo diferente no es un dato despreciable”.

Esta vez no hubo que esperar hasta las 4 de la mañana para conocer un escrutinio cercano a la realidad. La carga rápida de la votación en la provincia de Buenos Aires, el distrito que condensaba la mayor incertidumbre, favoreció la vorágine televisiva. De hecho, mientras en las PASO Telefe había sido la única pantalla que había continuado hasta las 4 de la mañana transmitiendo el voto a voto, esta vez la emisora quedó afuera de la cobertura, ya que para la medianoche –cuando retomaba la cobertura tras emitir ¿En qué mano está? y Susana Giménez– la elección ya estaba definida. No hubo que trasnochar para conocer los resultados en la provincia, que para las 23 ya le permitían a Vilouta gritar “Cristina ya fue”, cuando algunos de sus compañeros intentaba analizar con cierta reflexión la jornada eleccionaria. 

Antes de que se conocieran los primeros resultados oficiales, los canales se las ingeniaron para –como sucede habitualmente– saltar la ley electoral y dar a conocer sus bocas de urnas, bajo distintos eufemismos y artilugios. En Crónica, veinte minutos antes del cierre de comicios ya jugaban al “Prode”, dando los “vencedores y vencidos” en cada provincia. “En la provincia de Buenos Aires estamos dentro de la falla técnica. O más que falla técnica dependemos de la uña del correo”, ironizaba muy suelto de cuerpo Santiago Cuneo. Ya a las 18, las tradicionales placas empezaron a aparecer: “Paliza histórica de Carrió en Capital”,  “Gana Cambiemos en la provincia de Buenos Aires” y la taxativa “El país es amarillo”, mostrando una silueta de la Argentina completamente pintada de amarillo. En El Trece, ya antes de las 18 se animaron a poner en zócalo “Macri, contento con el resultado y a la espera de los cómputos”, mientras Santo Biasatti y María Laura Santillán le daban pie a Nicolás Wiñaski, que anticipaba el sentir oficial: “el presidente está muy satisfecho, expectante sobre cómo va a reaccionar Cristina Fernández de Kirchner en caso de que se den los resultados como espera”. En el canal del Grupo Clarín, en duplex con TN, los zócalos elegidos al cierre de los comicios mostraban una “tendencia” clara, con títulos del tipo “Cambiemos gana a nivel nacional” y “Capital: arrasa Carrió”. La de El Trece fue la única pantalla que se animó a dar un veredicto en la provincia de Buenos Aires a las 18: “Provincia: leve ventaja de Bullrich”.

  En Telefe, a las 18, la falsa mesa de Peligro, sin codificar le dio paso al especial de elecciones a cargo de Nicolás Repetto, junto a Erica Fontana y Milva Castellini. El trío de El noticiero de la gente se mantuvo neutral y prudente, sin dar “ganadores y perdedores”. Acorde al estilo del noticiero del mediodía, en Telefe reemplazaron las tendencias, “prodes” o proyecciones del resto para darles la voz a los ciudadanos, quienes contaban los motivos de por qué habían votado a tal candidato o fuerza política. En América, la prudencia de las placas sobre la “pelea voto a voto” en la provincia de Buenos Aires chocaba de frente con los análisis de Eduardo Feinman, Fernando Carnota y Tato Young, que analizaban tempranamente la victoria de Cambiemos en ese distrito por 3 puntos, tal la boca de urna que difundían desde el gobierno.

  En la TV Pública, la cobertura se limitó a lo estrictamente informativo, dándole voz a los datos y a los protagonistas, con una perspectiva a nivel nacional, acorde a su responsabilidad institucional. Al igual que en Telefe, en C5N esta vez se eligió la prudencia, cuando a las 18 Daniela Ballesteros y Gustavo Sylvestre se hicieron cargo de la transmisión bajo el zócalo “Cerraron los comicios en todo el país”. La pantalla de C5N fue la única que mantuvo durante buena parte de su cobertura una imagen gigante de Santiago Maldonado en su escenografía, además de analizar el “factor” que el caso pudo haber tenido en las elecciones de ayer. Si es por los globos, los papelitos al aire y la música a todo volumen en los festejos en la sede central de Cambiemos, pocos se acordaron del caso que mantuvo en vilo al país.