Cambiemos remontó su derrota de las PASO y ganó la provincia de Buenos Aires en la segunda elección crucial de los últimos dos años. La anterior fue cuando María Eugenia Vidal se consagró gobernadora del distrito. A las 23.53 de anoche, con el 99 por ciento de las mesas escrutadas Cambiemos triunfaba a senadores por un 41,39 por ciento contra un 37,24 de la Unidad Ciudadana de Cristina Fernández de Kirchner. Una diferencia del 4,15 por ciento que Vidal atribuyó a lo que llamó “el equipo de los imparables” bajo la conducción del Presidente.

Con ese resultado Cambiemos ganó los dos senadores de la mayoría. Quedaron elegidos Esteban Bullrich y Gladys González. CFK volverá a la banca que dejó en 2007 para asumir la Presidencia de la Nación. El ex canciller Jorge Taiana quedó afuera de la cámara alta. 

La alianza 1País de Sergio Massa cayó con estruendo de un 15,53 por ciento en las PASO a un 11,35 por ciento ayer. 

Bullrich aumentó siete puntos en los últimos dos meses. Cristina, un 3 por ciento. 

El Frente Justicialista Cumplir sacó un 5,31 por ciento contra un 5,90 por ciento en las PASO. Una pequeña diferencia.

El Frente de Izquierda y de los Trabajadores creció del 3,38 por ciento de las PASO al 4,75 por ciento.    

Cambiemos obtuvo 15 diputados nacionales por la provincia de Buenos Aires, con Graciela Ocaña en la punta. Unidad Ciudadana, con el primer puesto para Fernanda Vallejos, 13. El massismo encabezado por Felipe Solá, cuatro. El Frente de Izquierda y de los Trabajadores, dos, con Nicolás del Caño primero. Y el Frente Justicialista Cumplir, uno, el actual intendente de Bolívar, y crédito no solo de Randazzo sino de Marcelo Tinelli, Eduardo “Bali” Bucca. 

Los números

CFK podrá plantarse en el Senado y en la discusión nacional del peronismo con tres elementos. Uno es la derrota, la primera de su vida en términos personales. El otro es el acumulado de votos: 3.422.474. El tercero es un bloque propio asegurado en el Senado y otro en la Cámara de Diputados.

“Gracias a todos por construir democracia”, dijo anoche CFK cuando apareció flanqueada por los matanceros Fernando Espinoza y Verónica Magario, como para que no quedaran dudas de dónde está el núcleo de su apoyo.

En La Matanza, las PASO dejaron una diferencia clave para Cristina, con una brecha de 22,24 por ciento por el 46,73 de Unidad Ciudadana contra el 24,49 por ciento de Cambiemos y el 13,37 por ciento de Massa.

Unidad Ciudadana ganó en el distrito matancero por 50,12 contra el 30,01. Un margen del 20 por ciento. Massa obtenía un 9,60 por ciento y Randazzo el 5,12 por ciento.

Las elecciones a concejales en La Matanza, donde la propia intendenta Verónica Magario encabezaba la boleta, arrojaron un 49,96 por ciento para Unidad Ciudadana y un 30,18 por ciento para Cambiemos. Una brecha de casi el 20 por ciento. La misma que para Cristina y Taiana. 

En Lomas de Zamora, uno de los distritos fuertes del peronismo, el margen a favor de Cristina se redujo a la mitad desde las PASO. En Lomas la diferencia en las PASO había sido del 11.11 por ciento, por la resta del 41,07 por ciento de Unidad Ciudadana y el 29,96 por ciento de Cambiemos. Massa obtuvo el 13,73 en las PASO y Randazzo el 4,96 por ciento. Anoche, con el 90 por ciento de las mesas escrutadas, Unidad Ciudadana obtenía en Lomas el 42,45 por ciento contra el 37,20 por ciento de Cambiemos. Una distancia de solo el 5,25 por ciento. La distancia fue mayor en las elecciones a concejales, seguramente por el corte de boleta: 8 por ciento. Pero ni siquiera ese número alcanzó la diferencia anterior.

Ayer los nervios eran intensos en los comandos electorales todavía a las ocho y media de la noche en la tercera sección electoral. A esa hora, con el 44 por ciento escrutado la diferencia era de 42,8 para Unidad Ciudadana contra 36,7 de Cambiemos. Un seis por ciento de diferencia que, sin duda, era insuficiente para compensar la ola amarilla en el interior de la provincia de Buenos Aires. La tercera sección es la suma de La Matanza y Avellaneda, Lanús, Quilmes, Florencio Varela, Berazategui, Ensenada, Berisso y San Vicente. Dos horas después, a las 22.30, con el 85 por ciento de las mesas escrutadas Unidad Ciudadana ganaba por 43,65 por ciento contra un 35,64 de Cambiemos. Una diferencia ya mayor, del 8 por ciento, pero tampoco capaz de contrarrestar a los amarillos del interior de la provincia y de ciudades importantes como La Plata, Mar del Plata o Bahía Blanca o distritos como Vicente López y San Isidro.

“Unidad Ciudadana sumó en estas elecciones más votos que en las PASO”, resumió CFK. 

En las PASO CFK le ganó a Bullrich por 34,27 por ciento a 34,06 por ciento. Sergio Massa obtuvo un 15,53 y Florencio Randazzo un 5,90. Néstor Pitrola, candidato a senador del Frente de Izquierda y de los Trabajadores, llegó al 3,38 por ciento. En las candidaturas para diputados nacionales Unidad Ciudadana, encabezada por Fernanda Vallejos, consiguió el 32,41 por ciento. Venció Graciela Ocaña de Cambiemos con su 34,36 por ciento. 

“Nos hemos enfrentado a las más enorme concentración de poder de que se tenga memoria desde la restauración democrática”, dijo Cristina en su síntesis. Comparó sus números con “el resto de las fuerzas opositoras, que no resistieron el avance del oficialismo al contrario de nosotros, porque Unidad Ciudadana ha crecido” y se convirtió “en la oposición más firme a este gobierno”.

“Las oposiciones firmes y claras han avanzado en todo el país”, dijo. “Los argentinos y las argentinas eligieron qué modelo de oposición quieren.”

Generación

A las 23 un sonriente Esteban Bullrich apareció sobre el escenario del bunker de Cambiemos con un “Sí, se pudo” y un “Gracias a María Eugenia y gracias a Mauricio por la confianza que depositaron en mí y en todos”. 

“Somos la generación del cambio”, dijo Bullrich. “Somos la generación que vino a cambiar la provincia para siempre”, redondeó antes de abrazarse con la gobernadora.

Vidal fue recibida con una ovación. “Oé, oé, oé/Mariu, Mariu”, fue el grito. La gobernadora agradeció a los fiscales “que con su mate y su planilla están defendiendo no solo los votos de Cambiemos sino todos los votos”, como si alguien los hubiera puesto en peligro, y nombró uno a uno a los senadores y diputados electos sin usar el apellido. “Esta noche seguimos haciendo historia en la provincia de Buenos Aires”, recordó. Y agregó: “Como en el 2015 nos abrazamos en las urnas para cambiar”. Aludió a “millones que creemos en la paz y creemos en dejar atrás la soledad y la resignación de la provincia para siempre”. Dijo que la elección “no la ganó ni el Presidente, ni la gobernadora, ni los candidatos, ni los intendentes, sino los bonaerenses, que definieron apoyar el cambio y los que en los momentos más difíciles sostuvieron la esperanza”. Nombró barrios de Las Flores y Villa Martelli, “donde más duele pero igual nos sostuvieron”. A los que no votaron a Cambiemos Vidal les aseguró que “su voto vale tanto como los demás y los vamos a escuchar, porque ya no hay un salvador que nos venga a sacar de ningún lugar”.

Antes, en el precalentamiento público de las ocho y media de la noche, Cambiemos envió al vicegobernador bonaerense Daniel Salvador para que acompañara en público en el bunker a la vicepresidenta Gabriela Michetti y al diputado radical por Córdoba Mario Negri. “Terminar con la pobreza, terminar con el narcotráfico y unir a los argentinos”, dijo Negri que serán los objetivos.

Según Michetti las elecciones parlamentarias no serán recordadas “como una elección legislativa más” sino como una selección de opciones. Por ejemplo, “vivir en la verdad o en una realidad distorsionada, en un país en que el desarrollo les sirve a todos y no a unos pocos”.  

Futuro

“No vamos a criticar a otros opositores como algunos hacen con nosotros”, dijo CFK en su discurso.

No nombró a nadie pero el análisis requiere de fuerzas, cifras y nombres. E incluso de conjeturas.

Lo que no sucedió no sucedió. Pero, haciendo una especulación incomprobable sobre los electores de Randazzo en las PASO, ¿hubieran sufragado por Cristina y Randazzo juntos si la ex presidenta no hubiera rechazado la realización de internas abiertas en la provincia de Buenos Aires? Si la respuesta fuese sí y pudieran sumarse los números de cada uno en las PASO, juntos hubieran obtenido ayer un primer puesto ajustado o un segundo puesto más honroso. 

Los cristinistas podrán decir que perdieron esa chance porque Randazzo fue funcional a Cambiemos. Los randazzistas podrán sostener que ellos pidieron unas PASO conjuntas y que CFK se las negó. La verdad es que más allá de los argumentos de cada uno el peronismo perdió en la provincia de Buenos Aires por segunda vez en los últimos años. La primera fue en las elecciones a gobernador del 2015, cuando María Eugenia Vidal le ganó el cargo a Aníbal Fernández. Daniel Scioli ganó para presidente en territorio bonaerense en la segunda vuelta del 2015. A la serie de derrotas podría agregarse la victoria de Sergio Massa en 2013, que obtuvo una victoria resonante haciendo campaña contra CFK, aunque no se presentaba ella sino Martín Insaurralde como su candidato a diputado.  

La duda, naturalmente, es si esa suma aritmética era políticamente viable. De hecho no lo fue, y eso resultó en una nueva victoria bonaerense del macrismo, que de ese modo pudo computar a su favor no solo la Capital Federal, Córdoba y Santa Fe sino nada menos que el distrito más importante del país. 

La evaluación será más fácil de realizar de ahora en adelante. Lo más probable es que cada referente (Cristina y Randazzo) busque alianzas nacionales por su cuenta, con lo cual los porotos volverán a dirimirse recién en las presidenciales del 2019.

Una explicación posible de la visión de CFK es lo que apuntó anoche: que Unidad Ciudadana “nació para quedarse” y “es la principal oposición”.  

Si el clásico previsto era Cristina versus Urtubey, la derrota de ambos cambia cualquier escenario que pudiera sonar cantado antes del cierre de los comicios y el recuento de votos. Los dos supuestos primi inter pares no lo fueron porque ninguno de los dos referentes consiguió vencer. 

Pero al mismo tiempo incluso con el fracaso electoral vale políticamente la cantidad de votos obtenidos. La ex presidenta ya anunció que los jugaría. De aquí al 2019, en términos electorales, y desde hoy mismo hasta cuando sea en términos políticos, el tablero irá diciendo si se articula Unidad Ciudadana con el resto de la oposición, peronista y no peronista, y de qué modo irán moviendo las piezas dirigentes como el tucumano Juan Manzur, por nombrar a uno de los pocos peronistas que ayer ganó entre tantos amarillos.

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