Recorto una intervención de Jean Jacques Miller de abril de 2017. En el fragmento, Miller comienza escribiendo acerca de cuándo “lo impensable se volvió posible”. Luego se refiere al miedo: "El sentimiento de un peso incalificable sobre las espaldas, de una sofocación apenas sentida que va del epigastrio a la región precordial”. Continúa con una referencia a la angustia, como miedo al miedo, y a su función. Indica a la función como: “Una función es lo que se trata de hacer funcionar”. Finaliza recortando a la espera angustiada, diciendo: “la espera en la angustia confirma la amenaza, que se vuelve la angustia misma.”

A continuación las citas: “Este es el punto; nadie sabe lo que va a pasar, pero todos pueden pensarlo: lo que era impensable se volvió posible. Sobre los vientos de esta posibilidad, surgen la omnipresencia de su eventualidad calculable y el espectáculo de las cifras que obligan a encarar lo que no se imaginaba. Se perfila el miedo entonces, y, con él, el «miedo al miedo», caro a los psiquiatras antiguos, retomado tal cual en El ser y la nada, antes de ser explotado por Lacan a comienzos de los años setenta.”

“El miedo, en efecto. El sentimiento de un peso incalificable sobre las espaldas, de una sofocación apenas sentida que va del epigastrio a la región precordial, el miedo, el miedo de tener miedo, es la angustia. La angustia, consejera perniciosa y pésimo refuerzo si no se logra reducirla a su función.

Pero ¿qué es una función para los sujetos del inconsciente? Un dispositivo específico en el interior de una estructura, una estructura en el interior de una función más vasta, responderíamos con aquellos que enseñan biología a los debutantes. ¿Una estructura en una estructura? Lacan (que citamos de memoria) es más sencillo: «Una función es lo que se trata de hacer funcionar».

Hacer funcionar la función de la angustia es impedirle volverse "algo que se siente", «Etwas Empfundenes»; es volver a darle las coordenadas de su "esencia" «sein Wesen», (Freud dixit), que es ser una señal, y solo una señal que el síntoma reemplaza. Para llegar a ello, al comienzo al menos, un medio vale tanto como otro, y ampliamente. 

No se localiza en el pensamiento, sino en el hilo de una acción, de una puesta en movimiento, cuyo trayecto, más tarde, podrá ser descifrado como se reconstituye la lógica de un acto. Es lo inverso de esperar, porque la espera en la angustia confirma la amenaza, que se vuelve la angustia misma.”

 

*Miembro EOL y AMP. Enlace al texto.