Carlos "Tula" Pascual, uno de los hinchas más famosos de la selección argentina de fútbol, murió a los 83 años por un cáncer de pulmón, según informaron fuentes del Sanatorio La Trinidad Mitre, donde se encontraba internado. Su legado - y el característico bombo que lo acompañó a 13 mundiales- quedó inmortalizado en una infinidad de imágenes que quedarán recordadas por todos los amantes del fútbol.

El rosarino, que además fue testigo de las consagraciones en los mundiales de Argentina 1978, México 86 y Qatar 2022, estaba hospitalizado desde el 1° de febrero luego de sufrir complicaciones por su enfermedad y se encontraba en estado delicado.

Sus restos fueron velados este miércoles por la noche en la casa Virgili, ubicada en la calle Eduardo Acevedo al 300, en el barrio de Caballito.

"El Tula", que asistió a todos los certámenes mundialistas desde Alemania 1974, donde se jactó de llevar el "primer bombo" de la historia, recibió el año pasado el premio "The Best" de la FIFA a la Mejor Hinchada, en París.

Carlos Pascual se hizo conocido en los '70 por ir con su instrumento a la tribuna de Rosario Central, club del que era fanático, y también se convirtió en el bombista "oficial" de los actos peronistas en las últimas décadas, con el bombo que le regaló Juan Domingo Perón en 1971 durante su exilio en España.

"El Tula", un peronista originario

"Me hice peronista por la hinchada de Central que cantaba la marcha en la cancha", había contado Pascual en una entrevista reciente, donde vinculó su locura por el "canalla" con su militancia justicialista.

El vínculo del mítico militante político con el Partido Justicialista atravesó gran parte de su historia, pero uno de los acontecimientos más recordados fue cuando, en 1971, "El Tula" le regaló un bombo al expresidente Perón, quién luego le devolvió la cortesía y le obsequió otro instrumento similar.

"Me tomé el metro y bajé en Puerta de Hierro con el bombo. A Perón lo custodiaba la guardia del mismísimo (Francisco) Franco. Vino la guardia y me preguntó qué hacía. 'Vengo a regalarle el bombo a Perón en el día de la Lealtad'. Los gallegos no entendían nada. En esa época no había bombo, no había nada. Franco era bravo, no había joda", rememoró sobre su encuentro con el ex jefe de Estado en otro reportaje.

Sobre esa situación, el referente peronista añadió: "Abren el portón eléctrico y aparece el 'Brujo' López Rega. Yo no lo conocía pero él me conocía a mí. 'Pase hijo', me dice. ¿Quién me estaba esperando? Perón y Rucci. Cuando lo vi a Perón me quedé boludo, se me aflojaron las piernas y quedé como taradito".

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