“¡Híjole! ¿Por qué me interesaba? Por todo lo que implicaba, ¿no? Ser parte de un proyecto tan grande con un productor como Steven Spielberg, por todo lo que implica culturalmente y dentro de la fanaticada que hay hacia Halo, y también porque quiero contar una historia que cuestione, que mueva, que toque temas importantes, y esta segunda temporada para mí sin dudas lo hace”, explica la actriz mexicana Cristina Rodlo sobre su incorporación al elenco de la serie inspirada en el popular videojuego. En Halo (por Paramount+) la humanidad está en guerra con “The Covenant” y el relato sigue los pasos de Master Chief (Pablo Schreiber) y su grupo de guerreros, los “Spartans”, que los enfrentan.
Pero Rodlo no se incorpora como un spartan, sino como una suerte de marine espacial a la que Master Chief rescata en el primer capítulo, estrenado el jueves 8. Todo el primer momento de la actual temporada gira en torno a una conspiración oculta y el peso del stress post-traumático en los soldados, entre ellos, Talia Pérez, interpretada por Rodlo (Rodlo es un apócope de Rodríguez Lozano, su verdadero apellido). “Creo que mi papel fue trabajar muy de la mano de David (Wiener, showrunner de la serie) para entender muy bien lo que quería contar y transmitirle a la gente”, explica a Página/12. “Creo que lo que más pesa para mi personaje es que se empieza a cuestionar, se empieza a decir, bueno, ¿hay algo más en la vida que esto? ¿Vamos a pelear la guerra y ya? ¿O estamos peleando para qué fin?”
“Por otro lado –plantea- está la cuestión de la humanidad, de que no puedes llegar a nada si no lo haces en equipo. Sí, Master Chief es nuestro todopoderoso, pero si él no tiene todo un equipo detrás, no lo va a lograr. Creo que es un paralelismo de la vida. A veces creemos que podemos andar por el mundo solos y que todo lo podemos. Y la realidad es que como humanidad no creo que logremos salvarnos, ni creo que logremos llegar a nada si no creamos comunidad entre todos”.
Halo se presenta como una historia inspirada en el universo del videojuego y puede que ahí esté uno de sus aciertos, más allá de las protestas de los fans, que muchas veces quieren ver un calco del original. De un tiempo a esta parte, son más y más los guionistas, productores y directores que advierten que lo que debe adaptarse de los videojuegos es el núcleo de la historia, antes que las mecánicas y desafíos lúdicos que enganchan a los jugadores. Al respecto, la mexicana señala que “es muy difícil adaptar como tal el videojuego, tal como lo vivieron, como lo jugaron, y creo que de ahí fueron muchas de las quejas de los fans. Yo creo que tiene que haber también una apertura, de que esto es un universo nuevo y que por más que trates de adaptar el videojuego, pues al final es una historia nueva y que además lo están interpretando actores. Esta vez no eres tú jugando el videojuego, sino un actor haciendo una interpretación del personaje que tú jugabas, entonces va a ser diferente. Entonces yo creo que lo más importante que tenemos que entender tanto el espectador como los que lo estamos haciendo, es que esto es una interpretación del videojuego, más no es el videojuego”.
La solución, para Rodlo, es “meter la idea del videojuego más una historia humana y hacer un mix de eso”. Al respecto, considera que showrunner y guionistas “lo hicieron muy bien” y confía en que “la gente va a conectar con la humanidad de los personajes, no sólo con Master Chief, sino con todos los personajes que completan la serie”.
Aunque durante un tiempo –en torno a las últimas intervenciones militares estadounidenses en Medio Oriente- las series y películas bélicas tematizaban la incorporación latina al ejército de Estados Unidos como un mecanismo para obtener la “green card”, ese ya no es el caso en Halo, donde el origen del personaje que interpreta es más un dato o un rasgo que algo nodal a su historia. En este sentido, en los últimos años Hollywood parece haber aprendido a ampliar su concepción de los personajes latinos. Y Rodlo lo sabe muy bien.
“Inicié mi carrera en Estados Unidos hace 15 años y las oportunidades que hay hoy antes no las había”, recuerda. “Yo me tuve que volver a México porque a mis 20 años me veían y me decían ‘sí, pero no te ves mexicana o no te ves latina’, no eres nuestro estereotipo latino. Y yo me traumaba. Yo me fui a México enojada. ¿Cómo les explico? Que venimos de distintas maneras, colores, sabores. Hablamos diferente. Tú tienes este acento, yo tengo otro. Eso tampoco lo captaban. Ahora la industria evolucionó. En Hollywood se dieron cuenta que no nos pueden estereotipar de una sola manera porque somos demasiados y pues no hay manera de ponernos en una caja. Ahora empezó a haber oportunidades para otro tipo de personajes y creo que en mi carrera lo puedes ver en los últimos seis años. No es que esté mal que juguemos a los personajes que ya conocemos, al jardinero, a la que limpia la casa, a la niñera, porque también todos los seres humanos lo pueden hacer, pero creo que por primera vez se nos está dando la oportunidad de hacer personajes que normalmente irían para los blancos”.