Hoy sábado se cumplen 10 años de la puesta en funcionamiento del sistema procesal penal oral y adversarial en la provincia de Santa Fe. Su implementación implicó una de las transformaciones institucionales más significativas en toda la historia de la provincia y, en particular, del Poder Judicial. Ello conllevó la creación del Ministerio Público Fiscal (MPA) y su consolidación como un nuevo actor de la vida institucional santafesina.

“La reforma tuvo como objetivo dar respuesta visible a los conflictos penales mediante la implementación de audiencias orales y públicas, ámbito de control ciudadano en el cual los funcionarios judiciales se desempeñan y rinden cuentas”, explicó la Fiscal General, María Cecilia Vranicich. “De esta forma, quedó de lado el trámite escrito del expediente”, añadió.

La titular del MPA sostuvo que “además de reconocer los derechos de las víctimas, el nuevo sistema contribuyó a mejorar la calidad institucional”, y “otorgó la transparencia y la publicidad propia de los actos de gobierno de un sistema republicano”.

“El 10 de febrero de 2014 fue un hito en el marco del profundo cambio cultural que implicó la implementación del nuevo Sistema de Justicia Penal -remarcó Vranicich-. A través de los fiscales que lo integran, el MPA tiene la responsabilidad de investigar los delitos cometidos en el territorio provincial y acusar a los fines de obtener condenas”.

Vranicich se refirió también al lunes 10 de febrero de 2014, día que entró en funcionamiento el actual sistema procesal penal: “Todos los actores, desde los distintos roles en los que estábamos interviniendo en aquel momento, tenemos algún recuerdo de lo que pasó. Desde un pasante hasta el propio Julio de Olazábal, que fue el primer Fiscal General”. En tal sentido, destacó que “hay una mística fundacional que nos conecta a quienes intervinimos y trabajamos para que este cambio saliera a la luz”.

En tal sentido, la titular del MPA recordó que “ya estaba muy instalado en actores académicos y político institucionales, el convencimiento de que un sistema acusatorio oral y adversarial era lo que debía regir en la provincia”.

La Fiscal General subrayó que “si bien estos primeros 10 años posicionan al MPA como una institución ya instalada e identificada por la sociedad como un actor central, este rol sigue siendo novedoso frente a la cultura centenaria y tradicional de los poderes judiciales”.

“Luego de transitar una primera etapa fundacional y otra de consolidación institucional, en esta tercera gestión como Fiscal General asumí el desafío de afianzarnos como una institución eficiente e inteligente en el manejo de nuestros propios recursos, autónoma e independiente”, planteó Vranicich de cara al futuro.

Por otra parte, consideró que “uno de los ejes de política de persecución penal priorizado son las violencias altamente lesivas, extremo que nos impone el contexto actual de criminalidad compleja urbana”. Asimismo, afirmó que “desde la perspectiva de los ejes estratégicos de gestión, uno de los principales es trabajar junto con las víctimas”.