El fiscal Félix Crous, a cargo de la causa que investiga al represor de la ESMA Jorge Luis Guarrochena, reveló este viernes cómo la Justicia descubrió el prontuario del exoficial acusado de cometer crímenes contra casi 400 personas.
"Hace pocos años, otro represor presentó una lista de compañeros de correrías, seguramente resentido porque a él le había tocado perder y a los otros no. Y una vez que tuvimos la identidad se desplegó una abrumadora cantidad de evidencia sobre su historia", detalló Crous.
A Guarrochena, exteniente de navío e integrante del Servicio de Inteligencia Naval, se lo acusa de ser coautor de 70 casos de privaciones ilegítimas de la libertad doblemente agravadas y 380 casos en los que la privación duró más de un mes, aplicación de tormentos, 191 homicidios, 44 casos de sustracción, retención y ocultamiento de un menor de 10 años, cuatro violaciones, una en grado de tentativa y dos abusos sexuales deshonestos. Es la primera vez que el expresor debe enfrentarse a la Justicia por crímenes de lesa humanidad. Su caso llegó a juicio a fines de junio de 2023.
"Permaneció a la sombra, como tantos otros, hasta no hace tantos años. No tuvo las marquesinas que tuvieron otros caracterizados represores de la ESMA porque no había podido establecerse quién era, aunque sí sabíamos, por Víctor Basterra, cuál era su rostro", explicó Crous.
El involucramiento de Victor Basterra es clave para este caso. El obrero gráfico de Avellaneda, que fue utilizado como mano de obra esclava para la falsificación de documentos en la ESMA, había tomado la foto de Guarrochena y el negativo se encontraba entre tantos otros registros que Basterra logró sacar del centro de detención más grande de la dictadura militar.
"Él (Víctor Basterra) comienza a sacar los negativos y los va dejando ocultos, de las fotos que había tomado y de todo lo que podía agarrar, y le iba a poniendo epígrafes que hoy tienen un valor probatorio impresionante", agregó el fiscal en diálogo con Campana en 750.
Una vez que la investigación logró dar con la identidad de Guarrochena, que en la ESMA se hacía llamar "Raúl" o "Encina", descubrieron que el exoficial estaba involucrado en las tareas de la inteligencia desde antes del 24 de marzo de 1976 y en la preparación del golpe. Además, advirtieron que tenía un rol protagónico en la Escuela de Mecánica de la Armada y en el rol que tuvieron las fuerzas represivas argentinas en la represión en Centroamérica contra las fuerzas insurreccionales en la década del '80.
"Fue el encale con el batallón 601, que era el centro neurálgico de la represión, esto es ser un personaje de la elite de la inteligencia. El 601 fue el principal proveedor y entrenador de las fuerzas de Edén Pastora, el Comandante Cero, aquel disidente del frente sandinista que encabezó las fuerzas contrarrevolucionarias", concluyó Crous.