Los abrazos se multiplicaron ayer al mediodía bajo la lluvia de verano en el Centro de Justicia Penal donde cuatro acusados como coautores del crimen del exconcejal Eduardo Trasante, cometido en julio de 2020, fueron condenados a la pena de prisión perpetua. "Trae algo de paz. Todavía falta saber quién lo mató, pero se probó que fue un mensaje mafioso", dijo Carolina, la viuda del pastor que llegó a la escena pública con el reclamo de justicia por el crimen de su hijo Jeremías Trasante, una de las víctimas del triple crimen de Villa Moreno, cometido en 2012; y que años después sufrió también el homicidio de Jairo, otro de sus hijos. Los cuatro sentenciados fueron acusados de haber formado parte del plan para matar a Eduardo. Resta saber quiénes estuvieron en los "dos extremos", como plantea la querella sobre autores materiales y quiénes dieron la orden. Ante ello, el tribunal apuntó a que la Fiscalía deberá continuar la investigación para poder responder la incógnita que fue bandera de lucha de la familia y las organizaciones que acompañaron el pedido de justicia: "¿Quién mató a Trasante?". 

Luego del juicio oral y público que comenzó en noviembre pasado, el tribunal integrado por Ismael Manfrín, Paola Aguirre y Pablo Pinto dieron a conocer las penas para Alejo Leiva, Facundo López, Brian Álvarez y al sindicado jefe narco Julio "el Peruano" Rodríguez Granthon -sobre quien pesan otras condenas y que ya estaba preso al momento del hecho- como coautores del asesinato del ex edil, en su casa de San Nicolás al 3600, la tarde del 14 de julio de 2020, cuando dos personas ingresaron a su casa y le dispararon.

"Todos los que participaron de este hecho hicieron daño. Nuestra familia se destruyó. Falta saber quién mató a Trasante, pero ya se va armando este rompecabezas. Esto no fue al azar, no fue un ajuste de cuentas. Pudimos probar que él no le debía nada a nadie, que no se buscó su muerte, que ser un referente contra la violencia, el narcotráfico y que estar frente a la lucha lo llevó a que lo eligieran para asesinarlo. Falta saber quién, y seguiremos trabajando en eso. Estamos más cerca. Esto va a marcar un antes y un después, como lo hizo su muerte", dijo la viuda que al mismo tiempo lamentó: “Me duele no poder caminar las calles de mi Rosario para pedir justicia”, por su condición de testigo protegida.

Carolina, la viuda del pastor.

Por su parte, el fiscal Matías Edery, que estuvo en la acusación con su par Alejandro Ávila, sostuvo: "Fue una investigación muy compleja. Los jueces consideraron coautores a estos cuatro acusados. Surgieron muchas líneas de investigación y vamos a continuar a partir de información que fue surgiendo del juicio sobre quiénes fueron las personas que ingresaron a la casa". Para el fiscal, "esto fue un plan concreto: Rodríguez Granthon compró un auto y los otros hicieron inteligencia. Diagramaron la logística", aseguró sobre los sentenciados.

La abogada querellante Gabriela Durruty sostuvo que "se hizo justicia", aunque "faltan responsabilidad, quiénes más intervinieron y fundamentalmente los dos extremos: quienes dieron la orden y quienes dispararon. Vamos a continuar, pero hoy es un día de Justicia". Para la letrada quedó claro que "fue un homicidio mafioso, porque Eduardo era un símbolo de toda la ciudad, de lucha contra las injusticia y desandar las impunidades", aseguró.

Desde Ciudad Futura, el espacio político por el que Eduardo fue concejal, transmitieron la lectura del veredicto en la plaza del Centro de Justicia Penal para quienes acompañaron ese momento; mientras que concejales y militantes de diferentes sectores estuvieron en la sala.

Además del veredicto, como adelanto de los fundamentos que se conocerán en los próximos días, el tribunal se explayó sobre algunas cuestiones en relación a su decisión unánime. "¿Quién mató a Eduardo Trasante? Esta interpelación no solo marcó la actividad de las partes durante la investigación, sino que también fue la incógnita que circundó en esta sala durante la tramitación de todo el juicio oral. No quedan dudas que Trasante murió de manera violenta", expresó el tribunal y habló de un "acto sanguinario".

A modo de resumen de lo que fue el debate, el tribunal mencionó que "testigos, extracciones de contenido de teléfonos celulares, mensajes, audios, fotos, filmaciones, médicos… un sinfín de relatos se concentraron en esta sala diariamente para lograr reconstruir un rompecabezas y dar respuesta (o no) a la pregunta de: ¿quién mató a Eduardo Trasante?". Y agregaron que "la complejidad del caso viene dada por la esencia misma del hecho: un conjunto de acciones con finalidad homicida, repartidas entre varias personas, y cuyas pruebas valoradas en conjunto, acreditarían (conforme lo sostenido por las acusaciones en sus alegatos de clausura) la responsabilidad penal de cada uno de los enjuiciados".

En ese sentido, señalaron que "los acusadores han logrado acreditar casi en su totalidad sus hipótesis". Ante ello, detallaron: "Podemos afirmar que el automóvil Peugeot 308 color blanco con techo polarizado de color negro y con una abolladura en la puerta delantera derecha no solo fue el que arribó el 14 de julio de 2020 a calle San Nicolás al 3600 e hizo una maniobra llamativa en su intersección con el Pasaje Casablanca, en momentos previos a las 15 horas, sino que además fue el vehículo que trasladó hasta y desde adyacencias del domicilio de la víctima, a quienes mataron a Eduardo Trasante, puesto que los testimonios de los investigadores como así también las imágenes incorporadas por testigos nos afirman en la decisión". 

Para el tribunal "cada acusado efectuó aportes que han producido efectos en la ejecución del plan desarrollado, no en forma simultánea sino de manera sucesiva y concatenada. Quedó claro que este vehículo fue comprado por Julio Rodríguez Granthon el 11 de julio de 2020. Que de esa transacción participaron Brian Álvarez y Facundo López, y tanto esta situación como los hechos posteriores que fueron probados por las partes acusadoras y reconocidas por intermedio de las distintas defensas materiales que algunos acusados hicieron durante el debate, permiten acreditar el conocimiento y el plan común sobre lo acontecido". La resolución plantea que "la prueba ubicó a Facundo López como el hombre de confianza de Rodríguez Granthon en la vida extramuros, de esta forma adquirió el automóvil y luego, ya cometido el hecho, se hizo de la llave del rodado -la que estaba en poder de Alejo Leiva-, y procuró que en manos de terceros se concretara su desguace".

Con todo, y tras analizar las pruebas presentadas por fiscalía y querella, el tribunal sostuvo que "cada uno (de los imputados) desarrolló su aporte a partir de los roles asumidos y decididos".

Además, plantearon: "Aún queda en cabeza del Ministerio Público de la Acusación la misión de completar parte de la respuesta que hoy se esboza, hallando a aquellas personas que aún gozan de impunidad".