Lo blanqueó Patricia Bullrich y lo analiza el entorno más estrecho de Javier Milei desde Roma, Italia. "Se viene un nuevo rediseño político, lo que se viene es una coalición entre el PRO y La Libertad Avanza", fueron las palabras que eligió la ministra de Seguridad. La alianza entre las fuerzas de derecha podría concretarse a través de cargos en el gobierno nacional y/o de la conformación de un intebloque en el Congreso. Lo que no está tan claro aún es qué cálculo hacen las distintas líneas internas del PRO. Si bien Mauricio Macri aspira a intervenir en el gobierno de Milei, hasta ahora no se expresó a favor de una alianza entre ambos partidos. Menos seguro es que todos los sectores de la agrupación amarilla estén de acuerdo con una coalición donde serían furgón de cola.

Al cierre de la peor semana del nuevo gobierno, tras una estrepitosa derrota de su Ley Ómnibus en la Cámara de Diputados que dejó en evidencia la endeblez de sus apoyos, la confluencia del PRO y LLA comenzó a tomar forma como una manera de mostrar alguna solidez y proyección desde el oficialismo. 

La encargada de hacerlo público fue Bullrich: "La idea es la que tiene que regir y no las estructuras políticas. Estamos caminando juntos", dijo la ministra. Poco después sostuvo que no quería "apurar" dicha coalición porque todavía "es un tema a debatir". “Yo empujo para ese lado, sin duda, para que la idea no se frustre de nuevo en la Argentina, que el cambio no se frustre de nuevo. No podemos darnos el lujo de que otra vez el cambio se frustre por los intereses que te traban ese cambio”, explicó la expresidenta del PRO.

La incorporación de Bullrich al gobierno nacional fue un acuerdo personal de la excandidata presidencial con Milei, no el resultado de una negociación partidaria. El acuerdo incluyó la incorporación en el gabinete, como titular de Defensa, de Luis Petri, el radical que acompañó a la ministra en su frustrada candidatura presidencial. Tan personal fue el pacto, que le valió a Bullrich el malestar y el distanciamiento de Macri, quien entonces prefería dar un apoyo a distancia al Gobierno y, en todo caso, esperar a que fueran a buscarlo cuando las cosas se complicaran. En apenas dos meses, el escenario cambió.

La coalición entre ambas fuerzas podría expresarse mediante la incorporación de otros nombres del PRO en la primera línea de funcionarios. De algún modo, lo dio a entender también la propia Bullrich: dijo que todavía "hay muchos nombramientos que faltan" en el gobierno nacional y aseguró que es necesario "avanzar territorialmente sobre espacios que están dominados por gente que intenta destruir al gobierno desde dentro". Los nombres de Diego Santilli y de María Eugenia Vidal fueron algunos de los que se mencionaron como posibles ministros o funcionarios. Hasta ahora, la exgobernadora desmintió su interés en incorporarse a la administración Milei. 

Consultado sobre los dichos de Bullrich, el vocero presidencial, Manuel Adorni, se limitó a responder: "El Presidente elije a los que considera mejor para cada puesto".

El otro territorio donde podría manifestarse el pacto PRO-LLA es el Congreso: un paso hacia la coalición sería la conformación de un interbloque entre ambas bancadas. En Diputados, eso les permitiría posicionarse como segunda minoría, con 75 legisladores, si no hay ninguna deserción amarilla. Sin embargo, tendría un efecto más simbólico que material sobre la dinámica parlamentaria porque, en rigor, el PRO ya le viene dando un apoyo sin matices al oficialismo.

"Coincido totalmente (con Bullrich), la idea tiene que regir", sostuvo el senador nacional Francisco Paoltroni (LLA). El legislador por Formosa marcó que esta nueva alianza será parte de "cosas que van a ir decantando" y aprovechó para atacar a los sectores de la oposición dialoguista que se atrevieron a votar en forma negativa algunos puntos de la Ley Ómnibus. En particular, apuntó contra la UCR: "Dentro de los radicales mucha gente está más representada por el espacio de Myriam Bregman", lanzó.

Justamente desde el radicalismo -hasta hace muy poco aliado al PRO en Juntos por el Cambio- llegaron las primeras críticas a la confluencia de amarillos y "libertarios". El titular de la UCR, Martín Lousteau, le restó importancia a la nueva coalición porque, dijo, "eso ya existe, el mileimacrismo o macrimileismo... Queda claro cuando ve a la ministra de Seguridad o al ministro de Economía (Luis Caputo) y otros funcionarios que estuvieron en el gobierno de Macri". Para el senador, "el PRO está apoyando cualquier cosa para estar adentro del Gobierno ahora o después. Se ve que la apetencia del PRO es formar parte de la próxima etapa de recambio del Gabinete -disparó-. Hay algunos que quieren estar en el poder, independientemente de quién tiene el poder".