El juicio por la muerte de 43 gendarmes en un siniestro vial el 14 de diciembre de 2015 está llegando a su etapa final en el Tribunal Oral Federal N° 2 de Salta. Durante la audiencia de este viernes declaró el sargento de la Gendarmería Nacional Eduardo Ruiz, quien manejó el colectivo siniestrado un mes antes y había advertido al jefe de logística, Juan Carlos German, uno de los acusados, sobre las fallas en la dirección y el desgaste de la cubierta.
También declararon policías que el día del siniestro estuvieron de servicio en la Comisaría 31 de Rosario de la Frontera y una sargento de criminalística que hizo tomas fotográficas de los daños del ómnibus dos meses después.
El testimonio más relevante de la jornada fue el aportado por Eduardo Ruiz, del Destacamento Móvil 5, con asiento en Santiago del Estero. Relató que un mes antes del siniestro vial manejó el colectivo e hizo “como dos viajes de Rosario a Córdoba” llevando a personal de franco del móvil 3. Aseguró que durante el segundo viaje, “a fines de noviembre” sentía vibraciones en la dirección, en el tren delantero y la rueda delantera del lado derecho estaba “mal gastada”. Contó que al regresar informó la novedad de manera verbal al jefe de logística, German, quien le respondió que iba a llevar la unidad a un taller para que la revisen. También precisó que todo esto pasó en la base que tenía Gendarmería en La Rural de Rosario, Santa Fe, donde estaban realizando operativos.
"Se sentía vibración en la dirección" del colectivo "cuando llegaba a los 85 kilómetros" por hora de velocidad, precisó el testigo. También dijo que cuando revisó la cubierta “estaba mal gastada” aunque después aclaró que “todavía no muy mal gastada”.
Otro testigos de la jornada fue el policía retirado Sergio Guzmán, quien cumplía servicios en la Comisaría 31 cuando ocurrió el siniestro vial. Acudió al lugar de los hechos como chofer del móvil policial y colaboró como “actuario” cuando los peritos hicieron el secuestro de los restos de goma de cubierta.
El expolicía recordó que junto al jefe de la dependencia llegó alrededor de las 6.30 al lugar de la tragedia vial y en ese momento el personal que intervino en las tareas de rescate estaba levantando los cuerpos para subirlos a las camionetas del servicio de sepelio.
Guzmán dijo que participó del acta de secuestro de los restos de cubierta, “eran pedazos de goma que quedaron en la cinta asfáltica”. También contó que el colectivo fue levantado arriba del puente alrededor de las 18 de aquel 14 de diciembre para su traslado.
La oficial ayudante Yésica Copa también estaba de servicio en la Comisaría 31. Dijo que alrededor de las 3 o 4, se enteraron del siniestro vial. Estuvo como encargada de tomar notas, de lo que le decían desde el lugar de los hechos el oficial auxiliar César Villa y el jefe de la dependencia, comisario Mariano Velásquez. La testigo dijo que esa madrugada escuchó que había caído un colectivo con personal de Gendarmería y que “se les pinchó un neumático”.
La suboficial principal Nélida Pamela Rueda ingresó a su turno en la mañana del día del siniestro vial y realizó tareas de escribiente en la Comisaría 31. Recordó que le ordenaron recibir las novedades de los policías que se encontraban en el lugar de los hechos por vía telefónica y transcribirlas para plasmarlas en un informe. Dijo que se había afectado a todo el personal de la comisaría para asistir aquel día y alrededor de las 18 o 19 recibió la última novedad.
Otra testiga fue la sargento ayudante Patricia Corbalán, quien como personal de criminalística hizo un informe fotográfico de la unidad siniestrada el 25 de febrero de 2016. Indicó que tomó 8 fotos, de distintas direcciones del vehículo, donde “se ven daños generales, nada particular”. Precisó que el vehículo está dentro de un predio de la policía y respecto al lugar “se ve en la foto que está lleno de malezas, cubierto de pasto”.
Según anunció el juez Domingo Batule, en la audiencia del próximo viernes se espera que declaren los últimos testigos.