La presidenta de Hungría, Katalin Novak, anunció su renuncia en medio de un escándalo por el indulto relacionado con un caso de abuso de menores. La controversia del indulto, concedido en abril del año pasado con motivo de una visita del papa Francisco a Budapest, arrastró también a la exministra de Justicia Judit Varga, que iba a ser la candidata cabeza de lista del gobernante partido ultranacionalista Fidesz del primer ministro Victor Orban en las elecciones europeas de junio.
Novak y Varga, muy cercanas al poderoso Viktor Orban, fueron en la última década las dos mujeres de mayor rango y poder en los sucesivos ejecutivos ultranacionalistas dominados por hombres. "Pido perdón de aquellos a quienes he herido. Hoy hablo por última vez a ustedes como presidenta. Dimito de mi cargo", dijo Novak y agregó que cometió un error con el indulto. Poco después, Varga --que había firmado como responsable de Justicia el polémico indulto-- anunció que se retira por completo de la política.
La presión política y también social sobre las dos mujeres había crecido mucho en los últimos días, especialmente cuando incluso en el partido Fidesz empezaron a distanciarse de ellas. El director adjunto de un hogar infantil cerca de Budapest había intentado encubrir los abusos sexuales del director de la institución e incluso había coaccionado a un menor a cambiar su testimonio sobre las agresiones sufridas. El abusador fue condenado a ocho años de cárcel mientras que su colaborador, luego indultado, recibió una sentencia de tres años de prisión. Pero fueron indultados.