“Es terrible. Tenemos 56 años de historia, pasamos unos cuantos gobiernos de turno, pasamos muchas historias, pero nunca sentimos que algo sea tan duro como esto”, aseguró por AM750 Lorena González, empresaria de Niro Construye.
La directora de esta pyme familiar de gran tamaño aseguró que en gran parte la crisis tiene que ver con el freno total que impuso el Gobierno nacional sobre la obra pública. Pero también con que no pagan los contratos pendientes desde, al menos, noviembre del 2023.
A esto, señaló, se le suma la falta de previsión, ya que, según dijo, no hay ningún funcionario con quien se pueda hablar sobre los proyectos que tiene el Gobierno en materia de infraestructura.
“No hablamos de política, porque nos dedicamos a trabajar, no a la política. Creemos que había muchos cambios que hacer. Nos sumamos a los cambios. Pero nos pareció que tenía que haberse evaluado los cambios para no afectar como se está haciendo, de manera brutal”, señaló González.
Y añadió: “Estamos arrastrando a un montón de empresas. Acá ni siquiera es una cuestión de tamaño. Es impresionante la cantidad de empresas que estamos padeciendo una desidia de la falta de comunicación. Esto nos lleva a la inestabilidad. No sabemos dónde está el rumbo. Cuál es el camino”.
En este contexto, los coletazos de la crisis comienzan a sentirse con fuerza. Así, dijo la empresaria, llevó a que por primera vez en muchísimos años la empresa no pueda pagar la quincena de los trabajadores.
“Estamos todo el tiempo tratando de ser competitivos. Nosotros queremos que se cumplan los contratos. Vivimos de que nos paguen un certificado para poder cumplir con nuestros compromisos. No pudimos pagar las quincenas. Nunca nos pasó”, relató.
A lo que agregó: “Nos está afectando la salud. Nos dicen que no tienen quien nos pague. Nosotros no estamos reclamando que las obras continúen. Porque esa es otra discusión. Esa es otra negociación. Estamos reclamando que nos paguen los certificados desde noviembre”.
Por eso, para finalizar, señaló: “Estamos perjudicando hasta a nuestros clientes privados. Tenemos edificios familiares en varios barrios. Eso no se paró. Más allá de cuestiones políticas, las obras de Provincia no pararon y gracias a ellos estamos pudiendo mantener el piloto prendido”.