Empresarios de distintos sectores concentrados esperan que se implemente rápidamente una reforma de la legislación laboral a partir del resultado de la elección legislativa, que favoreció al oficialismo. “Confiamos en que el Gobierno cumplirá con la convocatoria al diálogo que realizó el presidente Mauricio Macri para avanzar en las reformas pendientes que permitan a la industria mejorar la competitividad”, aseguró el titular de la Cámara de la Pequeña y Mediana Industria Metalúrgica Argentina (Camima), José Luis Ammaturo. Para el secretario de la Cámara Argentina de Comercio (CAC), Mario Grinman, el resultado de las elecciones expresó la decisión de los votantes de apuntalar “los cambios que necesita el Gobierno”. Desde otros sectores de la pequeña y mediana empresa insisten en que se cuide el mercado interno y alertan por la delicada situación de sus respectivas economías. “El resultado es para un análisis sociológico. Es algo que la gran mayoría de los que estamos sufriendo este plan económico no podemos entender”, opinó ante este diario Daniel Moreira, presidente de la Asociación Pyme.
El respaldo que recibió el oficialismo el domingo es leído por una parte del sector empresario como la oportunidad de avanzar con la flexibilización laboral y la rebaja de costos de contratación. Es la condición que ponen para la realización de inversiones. “Los empresarios que todos los días tomamos la decisión de invertir en el país al abrir las puertas de nuestras fábricas necesitamos estabilidad para volver a crecer y generar nuevo empleo”, dijo Ammaturo. El empresario metalúrgico insistió en que el país necesita iniciar el debate de “cuestiones pendientes como la reforma impositiva, para alivianar la mochila de las pymes, la reforma laboral, y terminar con la industria del juicio”.
Para el dirigente pyme Moreira, aplicar una flexibilización laboral no mejorará al sector productivo. “Aunque se pague menos, en la estructura de costos de una pyme es baja la incidencia de la mano de obra. Mientras que el segundo impacto, el más negativo, es que la gente tenga menos plata en el bolsillo y eso reduce el mercado interno”, explicó. El titular de la Asociación prevé que con el resultado del domingo habrá “un profundo agravamiento de la situación”. “Esperamos más de lo mismo y hoy (por ayer) ya empezaron con el aumento de combustibles, que se traduce en el costo del transporte y de generación de energía”, detalló.
Desde las corporaciones agropecuarias el apoyo fue explícito. El presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Luis Miguel Etchevehere, consideró que el campo respondió en las urnas a la “confianza” en el Gobierno. “El gobierno ha dejado muy claro y de manera transparente qué políticas iba a llevar adelante, ha tenido sensibilidad social y gradualismo, pero no dejó de actualizar tarifas y transparentar los problemas. Así y todo, la ciudadanía de una forma contundente dio un amplio apoyo, a mi entender, a la política que lleva adelante”, detalló el empresario que pretendía ser candidato por el espacio Cambiemos.
El presidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Dardo Chiesa, calificó de avasallador el triunfo de Cambiemos. “Demuestra que tiene respaldo en el campo donde ha conseguido una gran cosecha de votos y se ve claramente en las principales provincias productoras, como Córdoba, Buenos Aires e incluso Entre Ríos”, agregó el dirigente ruralista.
El secretario de la Cámara de Comercio (CAC), Mario Grinman, consideró que el resultado fue “un mensaje de apoyo de la ciudadanía al cambio que la Argentina necesita”. “La ciudadanía marcó un mensaje al Gobierno y a la oposición. Este Gobierno, con sus errores y sus aciertos, lo está intentando, y la oposición tiene que ser constructiva, inteligente, donde todos comencemos a pensar en un país normal”, agregó el empresario, que enarboló la bandera de la seguridad jurídica.
Desde la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), su presidente, Fabián Tarrío, consideró evidente que la mayoría acompaña un proceso que se inició en diciembre de 2015. “Los sectores productivos y, en especial, las pymes vemos con expectativa la actitud que el Gobierno tenga hacia ellos. La Argentina tiene un costo laboral alto, pero el problema no son los salarios, sino la cantidad de costos adyacentes que se agregan como obligatorios en la nómina salarial que también perjudican al trabajador”, argumentó el titular de CAME. Según dijo, “por cada 100 pesos que recibe el asalariado, el empresario paga 150”, justificando la necesidad de una reforma en ese aspecto que afectaría el pago de jubilaciones y la seguridad social.
Tarrío también insistió en que “se adecue el (programa) Compre Nacional, de manera que las favorezca, y que las provincias adhieran a la ley de ART”. “El Gobierno debe atender las economías regionales, puesto que en su mayoría están atravesando dificultades. Además, es necesario que haya crédito accesible para que las pymes sean más competitivas. CAME apoya decididamente la lucha contra el narcotráfico y el contrabando ilegal”, sumó el directivo de la entidad pyme.