El Consejo de la Magistratura de la Ciudad de Buenos Aires creó la Oficina de la Mujer y Violencia Doméstica para incorporar la perspectiva de género en el ámbito judicial. “El sistema penal, para las mujeres, es un vía libre para la violencia. Pero la vulnerabilidad judicial no finaliza ahí: en el derecho contencioso, a las mujeres constantemente se le vulneran derechos a la salud reproductiva, al trabajo y a la vivienda, entre otros” sostuvo en diálogo con este diario la vicepresidenta de la Cámara de Apelaciones en lo Penal, Contravencional y de Faltas de la Ciudad, Marta Paz, quien estará a cargo de este nuevo espacio judicial. La Oficina, además, trabajará en conjunto con organizaciones feministas para elaborar políticas de concientización. En la Ciudad de Buenos Aires, según datos del Ministerio Público Fiscal, cada dos horas una mujer es asistida en una fiscalía por ser víctima de violencia de género.
El Consejo de la Magistratura porteña firmó una resolución para crear la Oficina de la Mujer y la Violencia de Género, una decisión que, para Paz, sobrevino en gran parte por el impacto del trabajo de la Oficina de la Mujer de la Corte Suprema de Justicia. “El trabajo que iniciaron Highton de Nolasco y (Carmen) Argibay fue una forma directa, eficaz y gratuita de Justicia para los sectores más vulnerables. Si bien hubo provincias que replicaron la iniciativa, ese no fue el caso de la Ciudad, que se veía muy favorecida por la ubicación de las dos dependencias de la Corte. Y sobre todo, faltaba una voluntad política y económica para crearlas”, agregó Paz.
Los objetivos que perseguirá este nuevo espacio del Poder Judicial porteño serán, de acuerdo a la resolución de la Magistratura, “crear un espacio de promoción para el desarrollo de la perspectiva de género”; “elaborar estudios comparativos en cuestiones vinculadas a la violencia contra la mujer y la realización de estadísticas” y “establecer contactos con redes, organizaciones no gubernamentales y barriales, colegios profesionales para llevar a cabo actividades que defiendan los derechos de las mujeres”, entre otros. A su vez, la Oficina de la Mujer porteña retomará los programas de formación y capacitación creados por la Corte y replicará el registro de sentencias que aparece en el sitio web del espacio que dirige Highton de Nolasco desde 2009.
Pero antes de realizar cualquier objetivo, explicó Paz, el primer paso será proponer el proyecto de reglamentación de funcionamiento de la Oficina de la Mujer y Violencia Doméstica. Luego, será el turno de la propia Magistratura porteña de evaluar el proyecto y definir la planificación anual. “No está puesto el plazo, pero desde la firma de la resolución –el 28 de septiembre– estamos trabajando, preparando y la idea es comenzar lo más rápido que se pueda porque la prevención y atención en violencia de género es una necesidad que no puede esperar”, indicó Paz. La funcionaria judicial destacó “que los espacios dispuestos por la Corte trabajan sábados, domingos feriados. En cualquier día hay gente, en especial mujeres, haciendo cola para ser atendidos. Es mucho el trabajo”.
De acuerdo con los datos del Ministerio Público Fiscal de la Ciudad de Buenos Aires, en los primeros cinco meses del 2017, 7952 mujeres concurrieron para ser atendidas por casos de violencia de género. Además, las fiscalías señalaron que, desde 2010, se visualiza un incremento sostenido de víctimas de violencia. En el 2016 fueron 16.833 casos.
El 11 de abril del 2017, en diálogo con PáginaI12, la jueza Elena Highton de Nolasco aseguró que “el sistema judicial sigue siendo machista” y planteó que espacios como la Oficina de la Mujer se multipliquen para lograr “conciencia en las mujeres de que pueden denunciar en un lugar confiable donde no las van a tratar con machismo”.
Informe: Jeremías Batagelj.