Familias de las viviendas afectadas por el derrumbe en Caballito en el que murieron dos personas, reclamaron hoy recuperar sus pertenencias y una solución habitacional, mientras que personal de la Guardia de Auxilio porteña informó que aún hay peligro de colapso en la zona y que están aguardando que la constructora presente una plan de obra para evitar otro desmoronamiento.
"En mi casa tengo un informe de un estudio jurídico de arquitectos, que relevó el pasillo de la medianera y estaba todo en orden justo antes de que iniciara la obra. Es una prueba y por eso queremos entrar a buscar nuestras pertenencias", dijo a Télam Gabriela Milanese, de 59 años, propietaria desde hace 14 años de uno de los PH que no se cayó y se encuentra al fondo del complejo.
"La excavación era para hacer dos subsuelos de cocheras y no hubo ningún apuntalamiento, le mostramos al constructor cómo se empezó a desmoronar el pasillo y cómo se estaban separando las juntas de las baldosas pero nos dijeron que no nos preocupáramos, que no era peligroso, que se iban a ocupar de apuntalar e iban a hacer arreglos cuando terminara la excavación", agregó.
Además, informó que había realizado denuncias previas a la Defensoría del Pueblo y al Gobierno porteño mientras que pensaban realizar una demanda conjunta con el resto de los vecinos. El día del colapso, la mujer se encontraba trabajando y se retrasó por la lluvia, cuando empezó a recibir mensajes de WhatsApp de vecinos que pedían "auxilio porque la medianera del pasillo se había derrumbado y había gente atrapada".
"Necesitamos ingresar a nuestras viviendas por nuestras pertenencias, la de adelante es la que tiene peligro de derrumbe. No trabajaron en todo el fin de semana largo y hoy tampoco, estamos en la calle, sin ropa, sin plata, sin comida", dijo por su parte Ingrid Vadalá, de 44 años, también habitante de una de las casas del complejo.
"Nos ofrecieron hacinarnos en un hotel la primera noche, porque somos 14 familias de cuatro personas, pero no podemos vivir ahí indefinidamente, esto no se soluciona mañana porque no hay agua, no hay luz, ni gas y yo tengo dos nenes que empiezan la escuela el 26 de febrero", agregó.
En tanto, fuentes del Ministerio Público Fiscal porteño indicaron a Télam que "aún hay peligro de derrumbe" y que "cuando las condiciones lo permitan, van a poder ingresar para tener las pericias correspondientes", según informó el personal de Guardia de Auxilio.
El Fiscal General de la Ciudad, Juan Bautista Mahiques, instruyó el viernes pasado a la Fiscalía Nro. 22 a cargo de Mariela De Minicis para que investigue si existieron "irregularidades en la inspección y habilitación de la obra" en construcción.
La AGC, que depende del Ministerio de Justicia, es la encargada de inspeccionar las obras y sus instalaciones eléctricas, sanitarias, mecánicas, electromecánicas, de elevación vertical, térmicas, inflamables, incluyendo sistemas de prevención de incendios través de la Dirección General de Fiscalización y Control de Obras (DGFYCO).
En tanto, la Defensoría del Pueblo de la Ciudad denunció ese mismo día que ya había advertido al Gobierno porteño sobre "irregularidades de la obra lindante a las viviendas" que se derrumbaron.
La constructora a cargo de la demolición de la clínica lindera a las viviendas y la excavación para la construcción de un edificio con dos subsuelos de estacionamiento se encuentra a cargo de Qubo Proyectos y Negocios, informaron a Télam fuentes del Ministerio Publico Fiscal. El sitio web de la constructora no está activo pero menciona, entre otras obras, la proyectada sobre la avenida Pedro Goyena 551.
A causa del derrumbe ocurrido el jueves pasado murieron dos hermanos: Nélida, una mujer de 75 años y Ramón, un hombre de 82, ambos habitantes de la misma casa. El hombre tenía a su cargo un comercio de venta de productos para mascotas a dos cuadras del derrumbe y era muy querido en el barrio.