Todos los planes del gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, se trastocaron debido al veredicto de las urnas. En vez de lanzar su precandidatura presidencial como tenía previsto, Urtubey recibió ayer la renuncia a pleno de todo su gabinete con el objetivo de rearmar su gobierno y capear el temporal. Luego de haber ganado con cierta comodidad en las primarias, la lista del Frente de Unidad y Renovación que promovía Urtubey perdió casi 15 puntos quedó 7 por detrás de Cambiemos.
Urtubey tenía todo preparado. Se hablaba de una campaña de afiches en la que se propondría para liderar la cruzada del “peronismo renovador” que vendría a superar a la dirigencia desgastada. Desde la asunción de Mauricio Macri, el gobernador salteño buscó mostrarse como el más cercano de los opositores a Cambiemos, la contracara exacta del kirchnerismo parado en la vereda de enfrente del modelo macrista. Como bonus, su esposa, la actriz Isabel Macedo, anunció a los medios, justo para el cierre de campaña, que estaba embarazada.
Pero tanta preparación se vio arruinada por la realidad. Los salteños prefirieron votar a Cambiemos antes que la versión peronista de lo mismo que es lo que propone Urtubey. A las 19, antes de que se contara un voto, el gobernador salió a reconocer su derrota y felicitó a Mauricio Macri. Incluso, durante buena parte del escrutinio el frente del gobernador quedó en tercer lugar, superado por el kirchnerista Frente Ciudadano. El resultado final fue Cambiemos 30,8 por ciento, Frente de Unidad y Renovación 24 por ciento y Frente Ciudadano 22,5 por ciento. Les correspondió una banca de diputado a cada uno.
Urtubey encabezó ayer por la mañana una reunión de gabinete y, a su término, recibió las renuncias de todos sus funcionarios. Antes, les solicitó que presenten la planificación tentativa de cada área para los próximos dos años de gestión y así, de acuerdo a lo que le propongan, resolverá caso por caso. “Los peronistas hicimos la peor elección de la historia”, sostuvo ayer el gobernador, pero insistió en que quiere un peronismo “que ayude al Gobierno” y que no ve en esa misma línea a Cristina Kirchner y a su equipo.