Yo capitán - 6 puntos
Italia/Bélgica, 2023
Dirección: Matteo Garrone
Guion: Massimo Ceccherini, Andrea Tagliaferri, Massimo Gaudioso, Matteo Garrone y colaboradores.
Duración: 121 minutos
Intérpretes: Seydou Sarr, Moustapha Fall, Issaka Sawadogo, Ndeye Khady Sy, Doodou Sagna.
Estreno en salas.
Premiada en festivales como Venecia y San Sebastián y nominada tanto en los Globos de Oro como en los Oscar, Yo capitán reúne los elementos cinematográficos necesarios para ese tipo de logros. Esto incluye tanto a aquellos que pertenecen al área técnica, como una fotografía impecable o una banda sonora capaz de realzar cualquier emoción, como a la narrativa, contando una historia bienpensante que busca estimular ciertas culpas colectivas y tendencia a resolver de manera favorable aquello que en la vida real por lo general no lo hace.
Dirigida y coescrita por el italiano Matteo Garrone, Yo capitán aborda el tema de las migraciones en las que millones de personas abandonan las regiones más pobres del mundo en busca del bienestar de las más ricas. El protagonista es un adolescente senegalés que, instigado por un primo de la misma edad, decide irse a escondidas de su casa con la esperanza de encontrar una vida mejor en Italia y el deseo de ayudar a la distancia a su madre con la crianza de sus hermanos menores.
Garrone recurre al truco de invertir el molde homérico de La Odisea, en tanto el objetivo de este viaje no es el de regresar al hogar desde los confines. Por el contrario, se trata de una historia de iniciación en la que el protagonista abandona la seguridad del seno familiar para ir a descubrir el mundo. Y aunque ambos relatos tienen a la aventura como denominador común, existe una salvedad. Mientras el trayecto de Ulises está signado por lo fabuloso y los peligros que enfrenta pertenecen a un orden poético, el trayecto de Seydou resulta mucho más prosaico y sus dificultades se apegan al realismo más estricto. Toda una tradición dentro del cine italiano.
Yo capitán abusa de recursos como los fundidos encadenados o cierta explicitud a la hora de poner en escena determinadas situaciones. Pero tiene a favor la candidez de su personaje principal, interpretado por el debutante Seydou Sarr, para quien el viaje no representa el hallazgo de un mundo de maravillas, sino muchas veces un descenso a los infiernos. En ese sentido podría pensarse que el modelo literario de la Divina Comedia, otra historia que utiliza el espejo homérico, resulta más apropiado para la ocasión.
Sin embargo, a pesar de las situaciones límite que la película le impone al joven protagonista (y al espectador a través de él), el guion nunca cae en el miserabilismo de dejarlo sin salida, por pequeña o ardua que esta pueda resultar. Un gesto noble que alcanza a morigerar la tragedia implícita en el relato. No para edulcorarlo, sino como un intento de plasmar lo ambiguo de una realidad que puede ser agobiante o esperanzadora, dependiendo del extremo de la escala social desde el que se la mire.