El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) exigió que haya evacuaciones seguras en la ciudad de Rafah acompañadas de mayor asistencia humanitaria, ante un aumento de las ofensivas israelíes en ese área donde tres cuartas partes de los gazatíes quedaron arrinconados tras cuatro meses de guerra. Una doctora palestina y la coordinadora de Médicos Sin Fronteras (MSF) en Gaza también dieron cuenta de la terrible situación que se está viviendo en Rafah durante las últimas horas.
Las voces contra la inminente incursión militar terrestre de Israel se siguen sumando. Este miércoles el presidente francés, Emmanuel Macron, urgió al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, a "detener" las operaciones militares en la Franja, mientras que España e Irlanda solicitaron a la Comisión Europea que investigue de forma "urgente" si Israel está respetando los derechos humanos en el enclave palestino.
La Cruz Roja, que advirtió sobre un posible desastre humanitario en Rafah, subrayó que toda evacuación "debe garantizar que los civiles llegan a zonas seguras, con condiciones aceptables de higiene, alimentación y salud, y sin que las familias sean separadas". También pidió que los evacuados puedan volver a sus hogares al término de las hostilidades, y advirtió que la ley humanitaria internacional prohíbe acciones tales como desapariciones forzadas, el uso de civiles como escudos humanos, o "ataques que causen desproporcionados niveles de destrucción y muerte".
La organización internacional especializada en asistencia en conflictos recordó que actualmente se refugian en Rafah 1,5 millones de los alrededor de dos millones de palestinos que habitan en la asediada Gaza, en un área de apenas 60 kilómetros cuadrados que representa menos de la quinta parte del territorio total de la franja. "Incluso en un contexto de matanzas y extrema polarización, los principios fundamentales de la humanidad deben mantenerse", reclamó la organización con sede en Ginebra, recordando que muchos de los refugiados en Rafah tuvieron que cambiar dos, tres o hasta cuatro veces de domicilio desde el inicio del conflicto el 7 de octubre.
"No hay espacio ni para caminar"
Una doctora palestina de MSF, cuyo nombre no fue revelado, contó su testimonio de los últimos bombardeos del Ejército de Israel contra Rafah. "Sé que este mensaje no significa nada para mucha gente y que tampoco servirá para cambiar nada, pero lo que sí sé es que, si no hemos muerto ahora, lo haremos en el próximo ataque aéreo o en el siguiente. Y para ser sinceros, aquel que muere puede considerarse afortunado. El que sobrevive está condenado a sufrir una y otra vez, como si fuera víctima de una maldición", declaró.
La doctora relató cómo, el lunes pasado, un bombardeo a medianoche alcanzó un edificio cercano a su vivienda, que les hizo perder "muchas cosas" pero con la fortuna de que sus hijos y el resto de su familia habían sobrevivido. "Un montón de cosas caían sobre mi espalda, golpeándome. Cascotes, maderas... muchas otras cosas que ni siquiera sé lo que eran. Todo en cuestión de segundos. En ese momento no sentí nada más que dolor. Mi mente ni siquiera estaba allí, estaba como ida", agregó.
La coordinadora de MSF en la Franja de Gaza, Lisa Macheiner, aseguró que las explosiones contra Rafah se escucharon y sintieron desde la ciudad de Jan Yunis, también en el sur del enclave, separadas por una distancia de unos diez kilómetros. "Nuestras ventanas y puertas temblaron toda la noche. Había mucho, mucho ruido", explicó Macheiner, quien destacó que la gente no se siente segura, que los niños se encuentran "aterrorizados" y "angustiados", y la aglomeración de personas hace que muchas veces "no haya espacio ni para caminar".
Guterres, alarmado
Una operación a gran escala como la que Israel parece estar preparando en Rafah sería "catastrófica" y causaría "un desastre humanitario inimaginable", aseguró la OMS. "Puedes ver el miedo en las caras de la gente", aseguró desde la propia Rafah el representante de la organización en los territorios palestinos, Rik Peeperkorn, en una rueda de prensa telemática.
Peeperkorn recordó que antes del conflicto Rafah era una localidad tranquila, de unos 30 mil habitantes, que ahora acoge a más de 1,5 millones de desplazados de zonas más al norte de la franja devastadas por los ataques israelíes. "Están hacinados por todas partes, en un espacio muy pequeño donde han construido muchos refugios temporales", subrayó el experto.
El secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, sostuvo que no cree que exista un escenario realista para una evacuación de la población palestina refugiada en Rafah. "La situación es terrible. Por todas partes hay destrucción, por todas partes hay municiones sin estallar", declaró en una entrevista con el semanario alemán Die Zeit.
"Estoy extremadamente preocupado porque pueda haber una ofensiva en Rafah y no soy el único", afirmó el secretario general de la ONU, y agregó que comparten su inquietud los gobiernos en Washington, Berlín y Londres, así como muchos otros "amigos y aliados de Israel". Guterres reiteró que la situación humanitaria en Gaza no tiene precedentes a nivel histórico.
"Tantas víctimas, tanta destrucción en tan poco tiempo es algo que no ha habido nunca. Nunca antes había pasado que mataran a 156 de nuestros propios empleados de una organización humanitaria", enfatizó. Con respecto a las alegaciones israelíes contra la agencia de ayuda a los refugiados palestinos, la Unrwa, Guterres resaltó la creación de un equipo de trabajo para esclarecerlas y dijo tener "tolerancia cero" frente a una infiltración de la organización por parte del grupo islamista Hamas.
Reclamos de Francia, España e Irlanda
En una conversación telefónica, el presidente francés Emmanuel Macron "expresó la firme oposición de Francia a una ofensiva israelí en Rafah" y consideró "muy urgente" que se alcance "un acuerdo sobre el cese del fuego sin más demora". El jefe de Estado francés considera "imperativo abrir el puerto de Ashdod, una vía terrestre directa desde Jordania y todos los pasos fronterizos" para hacer llegar la ayuda al territorio palestino, precisó la presidencia francesa.
Mientras tanto España e Irlanda exigen a la UE que investigue si Israel respeta los derechos humanos en Gaza. Ambos países hicieron la solicitud "ante la situación insostenible en Gaza y con el riesgo de una catástrofe humanitaria aún mayor por la ampliación de la operación militar israelí sobre Rafah", según un comunicado de la presidencia del gobierno español.
En concreto, España e Irlanda pidieron por carta a la comisión "una evaluación urgente del Acuerdo de Asociación UE/Israel para que investigue si se están cumpliendo los puntos esenciales de la relación en materia de derechos humanos y principios democráticos". Al igual que Irlanda, España es desde el inicio del conflicto una de las voces europeas más críticas con el gobierno israelí del primer ministro Netanyahu.