La secretaria de Energía de Santa Fe, Verónica Geese, indicó que el robo de cables es un delito organizado que lo cometen personas con entrenamiento y conocimiento en el tema. Pero consideró que la muerte de Ezequiel Curaba "es otro tipo de situación, pero que deriva de una problemática que es el antecedente que dejan los delincuentes. Se da un efecto contagio cuando se ve que se puede sacar dinero fácilmente”. 

“Lo que pasó con Ezequiel es una falla en su educación y formación. Su caso no tiene nada que ver con el gran delito de la chatarra, de robo de cables y mercado negro de metales. Hoy con el precio que tienen se convirtió en una gran actividad delictiva”, dijo.

La EPE comenzará a trabajar con el Ministerio de Seguridad “para evitar este tipo de delitos” en zonas donde se pueda hacer inteligencia, como las grandes ciudades. “Detrás de estos robos hay bandas organizadas, esto no lo puede hacer cualquiera, también hay interconexión con otras provincias como Entre Ríos. Tiene que tomarse como eso: un delito organizado y económico”, detalló Geese.