Israel sigue decidido a tomar por las armas Rafah, la última ciudad de Gaza aún en pie, y ha abandonado las conversaciones que en Egipto buscan una tregua en la guerra contra las milicias de Hamás. Solo un alto el fuego podría impedir una matanza en esa localidad del sur de Gaza, donde 1,4 millones de palestinos que allí se han refugiado no tienen ya a dónde dirigirse.

Los equipos de mediadores de Catar, Egipto y Estados Unidos se esfuerzan contrarreloj en El Cairo por encontrar un acuerdo que pueda contentar a todos y obtener un alto el fuego de unas semanas, al menos para llevar a Gaza ayuda humanitaria, liberar a los rehenes israelíes en manos de Hamás y parar la masacre que ya ha causado la muerte de más de 28.500 palestinos, con otros 8.000 desaparecidos entre los escombros de las ciudades destruidas.

Este martes, se reunieron en El Cairo los responsables de los servicios de inteligencia de Estados Unidos, Israel, Catar y Egipto, y parecía que se estaba consiguiendo cierto acercamiento en las posiciones con Hamás hasta que el Gobierno de Tel Aviv, por la noche, decidió sabotear las conversaciones retirando a su delegación.

Fuentes del Gobierno egipcio habían hablado incluso de negociaciones "fructíferas" y "positivas", aunque con diferencias en torno al número de presos palestinos en cárceles de Israel que el Gobierno de Tel Aviv habría de poner en libertad para conseguir a su vez la liberación de los cerca de 134 rehenes israelíes que están aún en manos de Hamás. De estos rehenes, treinta habrían muerto. La Oficina de primer ministro Benjamín Netanyahu afirmó este miércoles que Israel "no cederá a las delirantes exigencias de Hamás".

Israel ataca Rafah, pese a la población y los rehenes

La decisión de Israel de abandonar la negociación y desoír incluso a Washington, su mayor aliado y autor de la propuesta de una tregua de seis semanas que se estaba debatiendo, complica mucho las cosas y remarca la intención del Gobierno del primer ministro Benjamin Netanyahu de resolver esta guerra con el uso de la fuerza.

Al tiempo que Israel no cede en su intención de conquistar el último bastión de resistencia palestina en Gaza, aún a costa de la vida de sus habitantes y la suerte de sus rehenes, aumentan las críticas internacionales a esa estrategia genocida y a la carencia de un plan para reubicar y alejar de los combates a los cientos de miles de civiles que viven en medio del pánico la amenaza de un asalto final de Rafah.

En la noche del miércoles, el bombardeo por tanques israelíes de algunos barrios en el este de Rafah provocó el terror entre los habitantes de esta ciudad y de los miles de desplazados que se hacinan en improvisados campamentos de tiendas de campañas y chabolas de plástico.

No hay lugar dónde ir

"Las operaciones militares en Rafah podrían provocar una carnicería en Gaza", señaló el jefe de Ayuda Humanitaria de la ONU, Martin Griffiths. Después de que Israel empujara a los palestinos del norte y centro de Gaza para que abandonaran sus hogares y les mintiera señalando que Rafah era un lugar seguro, un ataque a esta ciudad dejaría a cientos de miles de personas a merced de los israelíes.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) también se manifestó contra la operación a gran escala que prepara Israel sobre Rafah. La OMS definió a esta ciudad como el último reducto que acoge en Gaza a los refugiados, por lo que una ofensiva terrestre causaría "un desastre humanitario inimaginable".

Después de prometer que Rafah era un lugar seguro, Israel podría provocar una "carnicería en Gaza"

"¿A dónde quieren evacuar a los palestinos? ¿A dónde? ¿A la Luna?", señalaba esta semana Josep Borrell, alto representante para Asuntos Exteriores de la Unión Europea. Dos países de la UE, España e Irlanda, han reclamado ya a Bruselas que haga algo para evitar el ataque a Rafah y que tome medidas ante las violaciones de derechos humanos que puede estar cometiendo su ejército en Gaza.

Guterres: la evacuación es imposible

"Tantas víctimas, tanta destrucción en tan poco tiempo es algo que no ha habido nunca. Nunca antes habían matado a 156 de nuestros propios empleados de una organización humanitaria", señaló el secretario general de la ONU, António Guterres, en una entrevista con el semanario alemán Die Zeit.

Según Guterres, la evacuación de tantos civiles de Rafah en caso de una ofensiva terrestre israelí es una tarea poco menos que imposible. El secretario general de la ONU subrayó que compartían este temor los Gobiernos de Estados Unidos, Alemania y Gran Bretaña, todos buenos amigos de Israel en Occidente, pero que están mostrando su preocupación por el cariz que está tomando la guerra de Gaza.

António Guterres: "Tantas víctimas, tanta destrucción en tan poco tiempo es algo que no ha habido nunca"

El plantón de Israel a Estados Unidos en las negociación de la tregua ha dejado en evidencia al propio presidente Joe Biden, quien poco antes había anunciado que su país trabajaba "en un pacto sobre rehenes entre Israel y Hamás que puede llevar a una etapa de calma en Gaza durante al menos seis semanas". Biden había conminado a Netanyahu a no atacar Rafah y menos aún sin un plan "creíble" para proteger a la población palestina que se ha refugiado en esa ciudad.

Londres descarta un éxodo palestino a Egipto

El ministro de Asuntos Exteriores británico, David Cameron, instó a Israel a permitir que la ayuda humanitaria pueda ser distribuida en Gaza y especialmente en Rafah. Lo contrario, dijo, supondría una vulneración de la ley internacional. "La gente que está en Rafah ya se ha desplazado tres, cuatro, cinco veces... Y no puede volver a moverse. No pueden ir al norte (de Gaza) y regresar a unos hogares que han sido destruidos. No pueden ir al sur, porque eso supondría entrar en Egipto, algo que ni nosotros ni los egipcios queremos que ocurra", afirmó Cameron.

Una de las acusaciones vertidas desde hace semanas contra Netanyahu y su Gobierno de extremistas religiosos y ultraderechistas es que pretenden erradicar a la población palestina de Gaza y asentarla en el Sinaí egipcio o en terrenos concertados con otros países. De esta forma, los israelíes resolverían el espinoso dilema del eventual Estado palestino: arrebatando a los palestinos el territorio donde establecer ese Estado.

La ministra alemana de Exteriores, Annalena Baerbock, recordó que había sido el propio Israel el que había ordenado a la población gazatí que evacuara las ciudades del norte y centro de la Franja y se dirigiera al sur, justo donde ahora ha quedado bloqueada.

También mostró su "firme oposición" a una ofensiva israelí el presidente francés, Emmanuel Macron. En una conversación que tuvo con Netanyahu este miércoles, el líder galo subrayó que el ataque sobre Rafah "solo puede desembocar en un desastre humanitario de una magnitud desconocida".

Y Macron descartó "cualquier desplazamiento forzado de población", pues supondría "un riesgo suplementario de escalada bélica en la región", además de una violación flagrante del derecho internacional humanitario.

España e Irlanda piden a la UE contundencia con Israel

España ha sido otro de los países que ha rechazado un ataque contra Rafah, que han sustentado además con esa propuesta a la UE para que se investigue si Israel está violando los derechos humanos en Gaza.

Denuncian ante la UE el desplazamiento forzoso de 1,9 millones de personas, es decir, el 85% de la población de Gaza

En una carta enviada a Josep Borrell y a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, y el primer ministro irlandés, Leo Varadkar, denuncian la muerte de 28.000 palestinos y las heridas causadas a otros 67.000, así como el desplazamiento forzoso de 1,9 millones de personas, es decir, el 85% de la población de Gaza, además de la destrucción masiva de viviendas y los graves daños causados a las infraestructuras civiles vitales, incluidos los hospitales.

Y aunque condenan los "ataques terroristas indiscriminados" de Hamás el 7 de octubre, que acabaron con la vida de 1.200 personas en Israel, y reclaman la liberación de los rehenes tomados por esa milicia, Sánchez y Varadkar recuerdan que el Derecho Internacional Humanitario "impone a todas las partes, en todos los conflictos, la clara obligación de garantizar la protección de los civiles".

"Los atroces atentados terroristas cometidos por Hamás y otros grupos armados no justifican, ni pueden justificar, ninguna vulneración del DIH en la respuesta militar, con las consiguientes consecuencias para la población civil de Gaza", agregan los líderes español e irlandés.

El Vaticano llama a Israel a parar su injustificada matanza

Esa falta de proporcionalidad en la respuesta de Israel a los ataques de Hamás fue criticada también por el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado del papa Francisco, lo que provocó un incidente diplomático con la Embajada de Israel ante la Santa Sede.

Parolin calificó como una "matanza" la ofensiva israelí en Gaza. También pidió que "el derecho a la defensa de Israel que ha sido invocado para justificar esta operación sea proporcionado". Y "con 30.000 muertos, ciertamente no lo es", resaltó Parolin.

La Embajada israelí ante la Santa Sede calificó de "deplorables" estas palabras u justificó la campaña de Israel en Gaza en que la Franja se había convertido en "una base terrorista sin precedentes", en un proyecto de Hamás que, según Tel Aviv, "a sido activamente apoyado por la población civil".

El Vaticano afirma que la posición de la Santa Sede "es siempre con las víctimas"

El Vaticano zanjó la diatriba en una editorial de su periódico, el Osservatore Romano, titulado Detener la matanza y en el que subraya que la posición de la Santa Sede "es siempre con las víctimas".

"Nadie puede definir lo que ocurre en la Franja de Gaza como un daño colateral de la lucha al terrorismo. El derecho a la defensa, el derecho de Israel a llevar a la justicia a los responsables de la masacre de octubre no puede justificar esta matanza", indica el Vaticano.