El número de casos de dengue en la provincia viene en ascenso, con un impacto fuerte en las grandes urbes: Rosario, Santa Fe y Rafaela. Por el contrario, en el caso de la encefalitis equina la situación logró estabilizarse, luego de la preocupación que generó el número de casos registrados en diciembre y enero, que motorizó un trabajo articulado con el Senasa, el Colegio de Veterinarios y el Ministerio de Producción, para la vacunación de los equinos. En declaraciones a Rosario/12, la secretaria de Salud provincial, Andrea Uboldi, brindó detalles de la situación epidemiológica y aseguró que la principal recomendación es “consultar al efector de salud más cercano”. También se refirió a la articulación con el gobierno nacional y destacó que buena parte de los equipos técnicos se sostengan, aunque manifestó su preocupación respecto a la incertidumbre que genera la continuidad de algunos programas de trabajo.

-¿Cómo es la situación epidemiológica en Santa Fe?

-Venimos monitoreando un crecimiento de los casos de dengue vinculados con un fuerte impacto por la situación del noreste de la Argentina, en provincias como Chaco, Formosa, Corrientes y Misiones. A eso se le suma la época del año en la que estamos, caracterizada por altas temperaturas y un gran caudal de movilización de personas, por vacaciones. Lo que hay que comprender es que el dengue no se contagia de persona a persona, pero sí hay personas que pueden estar asintomáticas, o tener síntomas banales, que se movilizan con virus en sangre. Teniendo el vector, que es el mosquito Aedes aegypti, si una persona viaja puede ir transmitiendo la infección en distintos lugares. Ese es el mecanismo por el cual los brotes se van expandiendo. Inicialmente aparecen en una familia, se extiende a un barrio, y del barrio se van extendiendo de acuerdo a la densidad de población. Hoy lo que estamos viendo es una curva de crecimiento importante en distintas localidades, con distinto tenor. El mayor impacto se da en las grandes ciudades como Rosario, Santa Fe y Rafaela.

-¿Es para preocuparse?

-Es para ocuparse mucho. Estamos organizando operativos en terreno que permiten identificar gente que no está consultando, reforzando el sistema de salud con recomendaciones, categorizando a los pacientes y monitoreando las consultas que vamos teniendo en los efectores de salud.

-Está a la venta la vacuna para el dengue. ¿Se recomienda su aplicación?

-La vacuna se suma como una herramienta más para el control integral del dengue. Es importante comprender que es una muy buena noticia, pero que al día de hoy no es una vacuna que se encuentre en calendario, ni está disponible de forma gratuita. Tiene un costo elevado y requiere dos dosis, separadas por tres meses. Es decir que si uno se vacunara hoy, tendría que aplicarse la segunda dosis en mayo. Con lo cual, para este brote en particular, la vacuna no es una de las estrategias a la que estamos apostando. Es una recomendación individual, mientras esperamos los resultados de Brasil, que ha sido el primer país que la incorporó en su calendario. 

-¿En Santa Fe hay consultas para su aplicación?

-En las farmacias y vacunatorios privados, la vacuna está. Nosotros trabajamos de forma articulada con el Colegio de Farmacéutico y cualquier situación que ocurra con esta vacuna se reporta en un sistema de farmacovigilancia que tenemos en la provincia y que existe en el país. Hoy el peso que tiene la cantidad de vacunas aplicadas, sobre la cantidad de población en la provincia de Santa Fe, es muy bajo.

-¿Qué recomendaciones dan a la población en este contexto?

-En este brote la recomendación más importante está vinculada con las posibilidades que uno tenga. Hay gente que tiene dificultades con la provisión del agua, y es difícil pedirle que la tire, entonces insistimos en tapar los recipientes donde la acumulan, sobre todo en el trabajo con la población más vulnerable. El eje debe estar puesto en la presencia del Estado con operativos en el territorio. Cuando se da un brote, en un contexto social tan complejo, lo más importante para minimizar la morbimortalidad, es que la gente consulte. La consulta oportuna permite llegar a tiempo y estabilizar a las personas. La primera causa por la que la gente necesita una internación es si registra vómitos, deshidratación, dolor abdominal o sangrado. Eso está marcando signos de alerta que, si uno está atento en la consulta y categoriza bien los pacientes, a la mayoría de la población se va a recuperar en su casa. Por eso, la principal recomendación sigue siendo consultar al efector más cercano.

-Este verano escaseó el repelente. ¿El laboratorio público de la provincia está produciendo?

-Por ahora tenemos stock en el laboratorio público. Recién comenzamos la gestión y no hubo una previsibilidad de una gran producción. La posibilidad de compra de repelentes hoy es compleja en cuanto a las cantidades y a los precios. Lo que nosotros garantizamos es que a las personas que tienen síndrome febril, y que consultan en los efectores de salud, se les provea repelentes como un insumo más, frente a la sospecha de dengue, chikungunya, o encefalitis equina. Hoy estamos pudiendo garantizar el repelente.

-¿Cómo es la situación con la encefalitis equina en la provincia?

-Tuvimos un impulso fuerte en diciembre y enero, pero al momento estamos con cierta estabilidad. El último reporte da cuenta de 16 casos confirmados de encefalitis equina, dos de los cuales fallecieron, mientras que el resto tuvo una evolución favorable. Logró estabilizarse algo que nosotros preveíamos como una curva en ascenso. Eso se debe a un trabajo articulado con el Colegio de Veterinarios, el Senasa y el Ministerio de Producción, a partir de una recomendación de reiniciar la vacunación de los equinos, que se había suspendido en 2016. Los equinos no son transmisores, pero sí reservorios. Y empezar a vacunar rápidamente colaboró en ese sentido. 

-¿Cómo se explica que haya alertas por casos de Sarampión, una enfermedad en vías de eliminación?

-Hoy los mecanismos por los que se presentan situaciones de sarampión son varios. Por un lado un cierto rechazo y malas coberturas por descreimiento en la vacuna triple viral, sobre todo en países de primer mundo, como en Europa y Estados Unidos. Las importaciones que estamos viendo vienen de esos lugares. Por otro lado, nosotros veníamos con algunos problemas en nuestras coberturas. En América Latina había una fuerte adherencia a la vacunación. Sin embargo, después de la pandemia del 2020 hubo un descenso importante por distintos motivos: la cuarentena, la reorganización del sistema de salud, el cuestionamiento de algunos sectores a la vacunación, y también por todo el contexto social y económico, que hace que la gente cambie sus preocupaciones. Hoy en día se vienen mejorando las coberturas, pero en Argentina la cantidad de población que tenemos protegida no es la óptima, que tendría que ser del 95%. Eso hace que veamos apariciones de casos en Salta o en la ciudad de Buenos Aires. En Santa Fe no tenemos ningún caso de sarampión registrado, y esperamos no tenerlo.

-¿Sigue vigente la necesidad del refuerzo covid?

-Desde diciembre tenemos un crecimiento en los casos de covid. Eso no se evidencia en números duros, porque hoy se hisopa exclusivamente a quienes tienen factores de riesgo, o están internados. Al saber que hay circulación, comenzás a asumir que la población que tiene cuadros respiratorios, dolor de garganta y congestión nasal, está padeciendo covid. Eso es lo que sucedió en diciembre, en enero, y se mantiene aún en febrero. Entonces estamos insistiendo en actualizar el refuerzo en aquellas personas que hace más de 6 meses se han vacunado, principalmente en adultos mayores, personas gestantes o embarazadas, o personas con trastornos severos de la defensa.

-¿Cómo es la relación de trabajo con el gobierno nacional?

 

-En principio muchos de los equipos técnicos continúan y eso es una fortaleza. Hay que recordar que el Ministerio de Salud tiene que tener un rol rector para poder trabajar articulado con las provincias. Algunas certidumbres tenemos: las vacunas siguen llegando a las provincias y no ha habido un corte con respecto a los encuentros que hacemos con el gobierno nacional. Pero sí tenemos algunas incertidumbres vinculadas a la provisión de medicamentos de alto costo y algunas redes que funcionaban y que queremos saber si van a continuar. Sería importante que se vuelva a convocar el Consejo Federal de Salud (Cofesa) que es la reunión de los ministros, donde se pueden consensuar líneas de trabajo y respuestas que den cierta previsibilidad respecto a qué cosas vamos a poder seguir recibiendo y cuáles deberían hacerse cargo las provincias.