La exintegrante de Mamá Cultiva La Plata y una de las líderes de la organización Madres Cultivadoras Argentinas, Claudia Pérez, se mostró preocupada por una avanzada del nuevo gobierno sobre la actividad y expresó el temor que existe porque el cultivo de cannabis con fines medicinales sea estigmatizado y penalizado.
"Es muy preocupante que dos personas que tienen la posibilidad de estar frente a una cámara digan semejantes cosas (en alusión a una crítica en un programa de TV donde se vinculó la actividad del cultivo con fines médicos al narcotráfico) después de tantos años en donde venimos demostrando los beneficios de la planta de marihuana", expresó la cultivadora.
Para Pérez, "es una gran irresponsabilidad", y expresó el temor por la persecución. "Tenemos temor de que vuelvan a criminalizarnos", señaló en declaraciones a la Radio AM750. El temor a una regresión en materia de derechos se replica en otras organizaciones, como Mamá Cultiva, donde temen que el Gobierno dé marcha atrás con la reglamentación de la ley de cannabis medicinal durante la gestión de Alberto Fernández.
Ocurre que la reglamentación dictada por Fernández "ensanchó" la norma y permitió la venta de aceites, al tiempo que incorpora un concepto "integral" de la salud, al contemplar lo físico, lo psicológico y el aspecto social. Por eso, no sólo permite el autocultivo - mediante la inscripción en un registro - sino que además habilita al traslado de marihuana, prohibido por la actual ley de drogas.
Además, en agosto de 2023 el gobierno anterior reglamentó la producción de cannabis medicinal y cáñamo industrial a partir de la Ley 27.669, que busca darle impulso a la producción de cannabis. El temor de las organizaciones de cultivadoras con fines médicos es que el gobierno de Milei impulse una regresión en este aspecto.
Asimismo, formalizó el funcionamiento de la Agencia Regulatoria de la Industria del Cáñamo y del Cannabis Medicinal (Ariccame), organismo descentralizado, bajo la órbita del Ministerio de Economía.
El cultivo de cannabis medicinal permite su uso para el tratamiento de epilepsia refractaria y para mitigar el dolor en pacientes con patologías de gravedad hasta aplicaciones cosméticas y dermatológicas. En tanto, según los resultados de investigaciones, también podrían beneficiarse también pacientes con cáncer o VIH.
Por esta razón, para la integrante de Madres Cultivadoras Argentinas, "no se puede ir marcha atrás" con estos derechos, no obstante, "hay una ley penal que, sin la debida autorización, puede alcanzar a cualquiera". "Tenemos más de 250 mil personas cultivando en toda la Argentina y no podemos ir para atrás para nada", cerró.