En el marco de una inspección judicial a la pileta del Jockey Club, donde el 2 de enero pasado se ahogó un nene de 10 años, desde la querella indicaron que hubo una "tremenda cadena de imprudencias". La medida se realizó ayer por la mañana, y contó con la presencia de personal del Ministerio Público de la Acusación y de los abogados que representan a la familia del niño que murió. Víctor Corvalán, querellante en la causa, afirmó que el filtro de agua donde quedaron trabados los pies del niño Facundo “no tenía protección” y que “nunca la tuvo”. La investigación está a cargo de la fiscal Mariela Oliva y todavía no tiene personas imputadas.

“Esto no fue un peritaje, fue una inspección, donde la fiscal ha mirado y podido comprobar lo que permite una pileta sin agua, porque hasta ahora teníamos imágenes de los Bomberos que, con buzos, habían filmado el ducto donde quedó atrapado Facundo”, dijo el letrado en Canal 3. 

Según detalló, “se corroboró que el ducto de 15 centímetros donde quedaron atrapadas las piernas de Facundo no solamente no tenía protección, sino que nunca la tuvo. Se comprobó porque la pared no evidencia ningún orificio que denote que antes hubo una protección", dijo. 

La hipótesis principal es que al nene, al encontrarse cerca del fondo de la pileta, se le trabaron los pies en un hueco ubicado en una pared lateral. No pudo ascender por sus propios medios y hubo testigos intentaron rescatarlo durante varios minutos, mientras pedían a gritos que apagaran la bomba, hasta que lograron sacarlo y trasladarlo hasta el sanatorio de niños, donde falleció al día siguiente.

La fiscal ya ordenó tareas investigativas con el objetivo de determinar si hay o no responsabilidades penales en el hecho. 

Sobre el trabajo de la querella, Corvalán apuntó a "que se determine todo aquel que tenga un nivel de responsabilidad en esta tremenda cadena de imprudencias que permitía tener habilitada una pileta que en realidad era una trampa mortal, como quedó evidenciado", concluyó.