Trabajadores estatales nucleados en ATE Rosario expusieron ayer en números la retirada del Estado nacional respecto de la asistencia alimentaria, interrumpida en diciembre pasado y con presupuesto pulverizado.

En una conferencia de prensa revelaron que la partida por niño asistente a comedores escolares equivale a $344,44 por ración, y $143,45 por copa de leche. Cifras que han quedado superadas por la evolución inflacionaria. "El aporte nacional por refuerzo nutricional –señalaron desde la comisión que dirige Lorena Almirón– se mantiene simbólicamente congelado, porque aumentó solo 5 pesos en seis meses, y además, ni siquiera se está enviando".

La revelación alude a la interrupción dispuesta por el gobierno central en el envío de 13,9 millones de pesos que estaban destinados a la asistencia alimentaria y que los comedores dejaron de recibir el 7 de diciembre pasado. Con esos fondos, Nación atendía a una población estimada de 2 millones de niños y niñas que asisten a comedores comunitarios en todo el país.

"Teniendo en cuenta el antecedente de quita de financiamiento nacional a comedores comunitarios, planteamos el estado de alerta y de alarma social: el hambre es un crimen, tiene responsables y nuestrxs pibxs son las víctimas más vulnerables", indicaron desde el sindicato estatal.